Ancestral fondue china

Conocemos a María Li Bao, mesonera china a la que hemos visitado en sus numerosos restaurantes (China Crown, Hakkasan, Sushiwakka...), y a los que volvemos con asiduidad por la calidad de sus productos. De ahí que Kokco, el nuevo local de su hermana Teresa, proyecte un futuro prometedor. Apuesta por la tradición culinaria asiática, ya que en su oferta no faltan platos «japos», chinos, vietnamitas y tailandeses. Lo cierto es que el asentamiento en la capital de una enorme comunidad nativa ha provocado estos últimos años la apertura de restaurantes orientales a un precio bastante asequible. Estos establecimientos ofrecen recetas del continente asiático como el tradicional «hot pot», un manjar conocido como fondue china compuesto por diferentes productos, entre ellos, solomillo de ternera en lonchas, verduras en hoja, setas chinas, langostinos, brotes de soja amarilla, tofu frito, pasta de pescado y fideos de batata, servidos con un caldo caliente y colocado en el centro para cocinar en la mesa y degustar entre todos los comensales.

Ensalada de medusa
Una especialidad que comparte carta junto a la ensalada de medusas y el genial huevo milenario de oca con tofu, que se fermenta bajo tierra. Sale de los fogones troceado en alargadas rodajas oscuras con un toque de gelatina en la clara.
El chef sirve hasta el 7 de enero un generoso menú (28 euros), en el que destacan los langostinos con faldón de wanton y salsa de tempura, la ensalada de lechuga con tiraditos de pollo crujiente con vinagreta de Módena caramelizada y una bandeja repleta de sushis, sashimis, niguiris, makis y rolls como entrantes, seguidos por los daditos de pollo teppanyaki con puré de trufa negra, pastel de arroz salteado con marisco y verduras y, por último, el salteado de solomillo y setas. En nuestra visita probamos para abrir apetito los buñuelos crujientes con relleno de vieiras, tan correctos con los golden roll de verduras y carne. La gyoza (empanadilla) a la plancha de boletus y langostinos con polvo de trufa es nuestra preferida, y el apartado de brochetas también merece un vistazo. Pedimos la yakitori de pollo en daditos, carne jugosa y blanda, que duró un suspiro, y la de salmón a la plancha. Para entrar en calor y descubrir sabores lejanos, lo suyo es optar por la sopa de aleta de tiburón con huevo escalfado o la agriopicante con vegetales y picadillo de langostinos. Entre las pastas, no desentonan los tallarines al wok con pollo y setas shiitake en salsa de soja y sake; y entre las carnes, muy sabroso es el solomillo con hojas de albahaca fresca y picante, tanto como el secreto ibérico a la plancha con aceite de trufa y base de lechuga. Si prefiere decantarse por las recetas de corral, para compartir resultan ideales los crêpes de pato con pepino, cebolleta y salsa de la casa. Del mar nos quedamos con el teppanyaki de atún rojo y la tempura de vieiras crujientes pasadas por el wok con salsa de frutos tropicales. En cuanto a los postres, la tarta de galletas María con chocolate caliente. ¿Y después? Sobremesa con un gin tonic de Bulldog.

Dirección: C/ Mateo Inurria, 33. Madrid.
tel.: 91 345 09 45 / www.kokco.es
precio medio: 25 euros.
plato estrella: «Hot pot».
Tarjetas: admite todas.
días de cierre: ninguno.