Historia

Ensayo

Edwards se confiesa a Montaigne

Quizá haya alguna relación entre el diplomático chileno Edwards, enviado por Allende a la Cuba de Castro, y el escritor y señor feudal Montaigne, llamado a la corte de Enrique IV. Ambos rechazaron la permanencia cerca del poder.

 
 larazon

Edwards escribiría «Persona non grata», la primera crítica a la dictadura castrista, hasta entonces bien pertrechada de aduladores intelectuales. Montaigne se refugió en la torre de su castillo para acabar sus «Ensayos», quizá la obra más importante del pensamiento lúcido que se ha escrito. Y es que la nueva obra de Edwards no es sólo la descripción de la vida del pensador y de la Francia sumergida en guerras religiosas de su tiempo; es, sobre todo, un ejercicio de totalidad donde Edwards lo mismo habla de su infancia, de las conspiraciones durante los reinados de Enrique III y Enrique IV, o de los paseos románticos de Montaigne con Marie. En realidad, este libro –mezcla de novela, biografía, autobiografía y ensayo– no deja de estar próximo a la intención de la obra de Montaigne, que desde el yo quiere abarcar todo lo conocido. Quizá porque para el filósofo nada está demasiado cercano, pero tampoco excesivamente lejos. En mi opinión, los que siempre hemos leído a Montaigne con devoción podríamos poner esta obra como un anexo de los «Ensayos», como una lente para su lectura moderna, atrevida, histórica, pero también, como diría Nietzsche, humana, demasiado humana. Al fin, en el castillo de Montaigne caben muchas habitaciones oscuras.