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Botar o votar

La Razón
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Madrid- Mientras los españoles cumplían con su cita en las urnas, los «indignados» no querían una de ellas, aunque fuese simbólica. En Sol se botó, como todos los días, y también se votó. Eso sí, a mano alzada, como corresponde a todo movimiento asambleario. Se trataba de decidir si la concentración echaba el cierre, para alegría de los comerciantes de la zona y la mayoría de los madrileños, tras la celebración de las elecciones o si seguía el plante. Por mayoría aplastante los «indignados» decidieron quedarse una semana más mientras recibían el avituallamiento para resistir: agua, hielos y cremas solares porque la Puerta del Sol hacía justicia a su nombre. Se quedan, sí, pero con reservas, ya que están preparando un plan de desalojo. Saben que después de las elecciones su destino puede cambiar y no descartan una intervención de la Policía. Uno de los portavoces incluso aventuró que se barajaba la franja horaria entre las 5:00 y las 9:00 de la mañana del lunes como la hora fijada para producirse el desalojo. La idea inicial para resistir –sentarse y cogerse de la mano– no parece demasiado viable dada la cantidad de gente que se reúne por la noche.

Tiempo de incógnitas
Lo cierto es que la finalización de las elecciones marca un punto de inflexión entre los concentrados. Ya se están manejando cábalas para cómo mantener el espíritu del 15-M sin tener Sol como escenario. «Hay que resistir, si puede ser aquí, mejor. Si no es así, habrá que buscar otros espacios», afirmaba una chica. Parece que ya lo tienen más que elegido: un espacio sin límites como es internet y hacerse visibles cada fin de semana, defendían algunos mientras por megafonía se anunciaba que un voluntario les había donado un frigorífico y que ahora sólo hacía falta una camioneta para transportarlo. A la hora de comer, desbandada general, aunque permanecían en la plaza y alrededores unas mil personas. Ésa es la auténtica cifra de «indignados», los demás son simpatizantes y curiosos, que han convertido el «espíritu del 11-M» en una atracción turística.