Bruselas

Guindos se reúne con la banca para impulsar las fusiones

Guindos se reúne con la banca para impulsar las fusiones
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Madrid- El respaldo de la banca, gracias a su «excelente» relación con el sector financiero, disipó cualquier duda que el presidente del Gobierno albergara sobre su designación como ministro de Economía. Desde ese preciso instante, Mariano Rajoy le impuso una misión clara y prioritaria: la reforma del sistema financiero para que el crédito vuelva a fluir a los hogares y a las pymes. Por eso, desde que tomó las riendas de Economía, Luis de Guindos se ha volcado en poner los mimbres de la reforma del sistema financiero, que completará la iniciada hace casi dos años.

Para ello se ha reunido con todos y cada uno de los dirigentes de las cajas y de los bancos en estos últimos días, según confirman a este diario fuentes gubernamentales y del sector financiero. Estas fuentes puntualizan que el titular de Economía se ha visto cara a cara con los responsables de las cajas y de los bancos en varias ocasiones. En estos encuentros, «discretos y secretos», el ministro ha sondeado, según estas mismas fuentes, las bases de la reordenación del sector, que, en principio, aprobará este viernes el Consejo de Ministros. Así lo confirmó el lunes pasado el presidente del Gobierno desde Bruselas, momentos antes de participar en el Consejo Europeo.

Aunque el Gobierno guarda con celo cómo será exactamente la reestructuración del sector, se sabe que la reordenación estará orientada a sanear los balances de las entidades, lastrados por sus activos inmobiliarios. De ahí que su saneamiento pase necesariamente por mayores dotaciones.

Provisiones millonarias
Este escenario obligará a las entidades a realizar provisiones por un importe de alrededor de 50.000 millones de euros. Los más afectados por esta decisión serían el Banco Financiero y de Ahorros (Bankia), el Banco Popular-Pastor, Banco Santander y Caixabank, que superaría el 40% de estas nuevas dotaciones.

La matriz de Bankia debería aumentar en 7.474 millones de euros sus provisiones; la fusión del Popular y el Pastor necesitará 5.102 millones; el Santander, 4.617 millones, y La Caixa otros 3.453 millones. Por su parte, BBVA tendría que elevar sus dotaciones en 3.105 millones de euros y el Sabadell no debería tener problemas para cubrir gracias a las ayudas que recibirá del Fondo de Garantía de Depósitos y a las ampliaciones de capital que el grupo catalán ya ha puesto en marcha. El resto podría disponer de un único ejercicio para hacerlo, que, en el caso de La Caixa o el Santander, sería tiempo más que suficiente, dado su volumen de beneficios. Bankia, sin embargo, necesitaría hasta cuatro años.

La reordenación del sector pasa también inevitablemente por una reducción del número de entidades financieras, especialmente de cajas de ahorros. Las cajas de ahorros se han sometido a una tremenda reconversión. De las 45 entidades que existían hace un año y medio, hoy en día sólo quedan 15. Sin embargo, el Gobierno cree que aún se deben fusionar para rebajar aún más su número. Esta visión es compartida por el sector, sobre todo por los grandes bancos, según fuentes del sector. Esta reordenación vía fusión llevará inexorablemente a un cierre de oficinas y a una disminución de plantilla, aún por cuantificar.

Además, la reforma del sistema financiero, que se articulará a través de un decreto ley, incluirá controles sobre las retribuciones de los directivos de entidades que hayan recibido ayudas del Estado. En el Ejecutivo «existe cierta preocupación por esta cuestión. Se trata de ejemplarizar en un sector que ha recibido millones de euros del Estado», aseguran a este periódico fuentes gubernamentales.

Por eso el Gobierno extenderá los sacrificios que demanda de la ciudadanía en general a los ejecutivos de estas entidades intervenidas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El Gobierno ejercerá un «control absoluto» sobre las retribuciones de estos ejecutivos.

Esta limitación de sueldos será diferente entre los directivos que hayan recibido ayudas públicas. Para ello, el Departamento de Economía recibirá en las próximas horas del Banco de España un informe sobre la adecuación de las retribuciones de las entidades con ayudas públicas.

 

S&P amplía su amenaza sobre la banca española
La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) añadió ayer presión al sector financiero, apenas cuatro días antes de que el Gobierno apruebe la reforma bancaria. Tras la rebaja de la nota de solvencia de España –desde AA- hasta A, el pasado 12 de enero–, la agencia amplió los ratings bancarios en revisión para un posible recorte. Así, la firma decidió incluir en su perspectiva negativa la calificación de emisor de deuda a corto plazo A-2 de Bankia, Ibercaja, Bankinter y Banca Cívica, y la calificación de la deuda a largo plazo BBB de Banca Cívica. Además, ha colocado en la misma situación a otras entidades –BBVA y Caixabank– por sus emisiones de deuda a corto plazo, de acciones preferentes o deuda subordinada. Por otra parte, el Banco Central Europeo (BCE), que preside Mario Draghi (en la imagen), prestó a 135 bancos de la eurozona 115.579 millones de euros en la subasta semanal a un interés fijo del 1%, menos que la semana anterior (130.317 millones).