Cataluña

La campaña catalana se ensucia

El PSC tacha a Tremosa de «maleducado niño de papá» y pide a Mas un rectificación pública.

El presidente de CiU, Artur Mas, y el eurodiputado Ramon Tremosa en la campaña de las europeas
El presidente de CiU, Artur Mas, y el eurodiputado Ramon Tremosa en la campaña de las europeaslarazon

BARCELONA- Con los ojos puestos en intentar reducir la progresiva desafección política de los catalanes, el presidente de la Generalitat, José Montilla, aprovechó su anuncio de convocatoria electoral para exigir «juego limpio» a los partidos políticos, en general, y a CiU, en particular. Aunque al líder de la federación nacionalista, Artur Mas, no le cayeron los anillos a la hora de recoger el guante de Montilla, pocas horas después ya se le empezaba a alborotar el gallinero.
La exhibición inicial de buena voluntad de los partidos catalanes, dejó paso en un santiamén a una escalada de insultos entre socialistas y convergentes. En esta ocasión, el encargado de prender el fuego fue el eurodiputado de CiU, Ramon Tremosa, después de acusar a Montilla de practicar «franquismo sociológico» en su estado de Facebook. A Tremosa –fichaje estrella de CiU en las pasadas elecciones europeas– no le sentó bien la decisión del presidente de la Generalitat de convocar las elecciones para el mismo fin de semana en que se celebra el partido entre el FC Barcelona y el Real Madrid, porque, según afirmó, le recuerda a «los últimos años del franquismo», ya que en «la dictadura todo servía para tapar la mala política». Según Tremosa, «Montilla es el presidente que Franco soñaba para una Cataluña en democracia: regionalista, españolizador y acatador del centralismo».

El «niño de papá»
Con unas encuestas nada favorables, y ante una CiU en estado de gracia, los socialistas no dejaron escapar la ocasión y salieron en tromba para dejar en evidencia a los nacionalistas. Especialmente contundente fue el portavoz del PSC, Miquel Iceta, que no tuvo reparos en tachar al «personaje» Tremosa de «maleducado niño de papá» y de arremeter contra los nacionalistas que se apuntaron a la política después de la dictadura «en busca de cargo público», en clara alusión a Mas. Los socialistas exigieron también al líder de CiU una rectificación pública.
Sin embargo, Mas optó por no echar más leña al fuego y se intentó desmarcar de los «reproches» de Tremosa volviendo a solicitar una campaña «limpia». La misma actitud mostrada por el presidente de la Generalitat, que se limitó a afirmar que «hay personas que se desacreditan por sí solas». Aunque la federación nacionalista evitó desautorizar públicamente a su eurodiputado, éste publicó posteriormente una aclaración en su blog personal, aunque en ningún momento se desdijo de sus palabras.