Crisis económica
Los afectos de Aído
La ministra de Igualdad nunca ha ocultado sus simpatías o antipatías, pero éstas se hacen más hirientes cuando lo que toca es el reparto de las subvenciones de su departamento. Así, en su labor de ningunear a cualquier institución u ONG de carácter religioso, ejerce sin complejos el tijeretazo. Sorprende, por el volumen de su trabajo, que Cáritas –por sus labores en acompañamiento, asesoría y recursos de acogida de mujeres víctimas de trata– reciba menos dinero que la Federación de Mujeres Progresistas, por supuesto afín al PSOE. A qué extrañarse si UGT también recibe prebendas de este Ministerio a cambio de sus tibias movilizaciones ante los recortes sociales que ha impulsado Zapatero para reducir el déficit. Bibiana Aído debería ser más ponderada y justa a la hora de repartir el dinero de su Ministerio. Porque, al final, se llega a la conclusión de que no reciben más los que más hacen, sino los que son más complacientes con el Gobierno.
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