Pretoria

Marroquíes saharauis y españoles llegan a las manos en un festival en Suráfrica

No se queda sólo en casa el conflicto del Sáhara. Ayer, miembros de la delegación marroquí y representantes saharauis y españoles mantuvieron un enfrentamiento durante el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes (FJME) que se celebra en Pretoria (Suráfrica), en el que los organizadores se vieron obligados a intervenir para que el incidente no pasara a mayores.

La Razón
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La prensa oficial marroquí asegura que hasta cuatro delegados de esta nacionalidad tuvieron que ser ingresados en un hospital por desmayos resultado de la pelea.

Según las primeras informaciones, delegados saharauis y catalanes intentaron reemplazar el cartel de uno de los actos organizados por Marruecos para fomentar la iniciativa de autonomía para el Sáhara Occidental por una pancarta en la que se podía leer la frase «Morocco is a Zionist State» («Marruecos es un estado sionista), tal y como informa la agencia de noticias surafricana Sapa

Entonces, miembros de la organización de la Carpa Antiimperialista intervinieron en la disputa, aunque no hubo que llamar a la policía, explicó el presidente de la Agencia para el Desarrollo de la Juventud Nacional –organismo público surafricano que participa en la organización del evento–, Andile Lungisa, en rueda de Prensa posterior. Lungisa restó importancia al incidente y relató que hubo cánticos y consignas. «Se subió el tono. Intervinimos, pero no se llamó a la Policía. No hay heridos», explicó.

Por su parte, un periodista marroquí, Ahmed el Jechitimi, refutó esta versión oficial: «Estaba allí, oí gritos y había una bandera argelina. Hubo enfrentamientos y se gritaban consignas. La Policía intervino», dijo. Otro periodista, en este caso palestino, afirmó bajo condición de anonimato que hubo enfrentamientos, pero no pudo concretar quién los comenzó. Mientras, la agencia de noticias oficial marroquí, MAP, informó de que cuatro marroquíes, tres mujeres y un hombre, tuvieron que ser ingresados en un hospital como consecuencia de desmayos provocados por los actos de «provocación y hostigamiento» contra la delegación marroquí de los que responsabilizó a «separatistas» del Frente Polisario apoyados por la delegación española.