Berlín

Hollande y Monti piden actuar rápido para salvar el euro

El presidente italiano se reunirá mañana con Rajoy para fortalecer su alianza 

Hollande y Monti, a la izquierda, ayer, antes de su reunión en París
Hollande y Monti, a la izquierda, ayer, antes de su reunión en Paríslarazon

PARÍS- Una bocanada de optimismo en plena tormenta. Eso es lo que ayer trataron de insuflar Francia e Italia en medio de la crisis financiera que sacude la zona euro enviando una importante señal política tras las recientes declaraciones de los responsables del BCE y del Eurogrupo destinadas a estabilizar la moneda única. Tanto el presidente francés, François Hollande, como el del Ejecutivo italiano, Mario Monti, aplaudieron las iniciativas de ambas instituciones y su compromiso de «hacer todo lo necesario para preservar el euro», al tiempo que escenificaban en el Elíseo su buen entendimiento respecto a la hoja de ruta que ha de llevar al fin de la crisis.

«Ha habido avances muy significativos desde hace varias semanas», señaló Hollande en referencia al pacto de crecimiento, así como a las palabras, el pasado jueves, del presidente del BCE, Mario Draghi que calificó de «importantes». Progresos que deberían materializarse en la aplicación de los acuerdos alcanzados por los estados miembros en la cumbre europea de finales de junio según ambos mandatarios, que mostraron su unidad para «defender, preservar y consolidar» la eurozona. La estabilización es «una necesidad vital», indicó el dirigente italiano por temor a un contagio a otros países y junto al francés instó a que tanto estados como instituciones de la UE «cumplan sus obligaciones» y «garanticen el buen funcionamiento de la zona euro y del mercado interior». Las condiciones de refinanciación de Italia y España, que están pagando una alta rentabilidad en los mercados, son la principal preocupación de los socios europeos. Por la mañana, Monti había manifestado su optimismo evocando «el final del túnel» en una entrevista a la Rai 1.

El mensaje de ayer, dirigido a dar confianza a los mercados, se suma al que París y Berlín enviaban el pasado viernes. Aunque parece que el líder galo ha encontrado en el italiano un socio más cómplice que en la canciller alemana. Si bien no entraron en detalles, según la Prensa germana el almuerzo de trabajo entre ambos mandatarios sirvió también para poner sobre la mesa los medios y la capacidad financiera con que podría ser dotado el futuro «Mecanismo europeo de estabilidad» (MEDE), que debería entrar en vigor en otoño si el Tribunal Constitucional alemán no lo veta.

Tanto Francia como Italia defienden que este fondo se beneficie de una licencia bancaria que le permita refinanciarse acudiendo al BCE, cuyos medios teóricamente son ilimitados, lo que supondría un bálsamo para los mercados y, sobre todo, ver hasta dónde están dispuestos a llegar los estados para salvar a uno de los suyos, así como la cantidad de recursos que prevén destinar.