García-Margallo anuncia una próxima visita de los Príncipes a Túnez

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha viajado a Túnez para apoyar la transición democrática del país que hace un año inauguró la llamada "Primavera árabe". Con esta visita, la tercera a un país del Magreb desde su toma de posesión, Margallo quiere impulsar la participación de las empresas españolas en la construcción del nuevo Túnez. Nada más bajar del avión, el ministro se reunión con su homólogo tunecino, Rafik Abdessalem, al que aseguró que España va a mantener la ayuda al desarrollo a pesar de los recortes.

En una rueda de Prensa conjunta, Margallo anunció una próxima visita de los Príncipes de Asturias para la que todavía no hay fecha. También aseguró que el Gobierno de Rajoy recuperará las reuniones de alto nivel con el país magrebí "en el primer semestre de 2013", nueve años después de que se celebrara la última en 2004. "Como en la película Casablanca, espero que este sea el principio de una buena amistad", dijo el jefe de la Diplomacia española, quien durante la tarde mantendrá una reunión seguida de una cena con empresarios españoles para conocer sus necesidades.

Ya son 57 las empresas españolas con presencia en suelo tunecino, entre ellas Repsol, Barceló, Gamesa y FCC y el Banco Santander. Margallo considera que las similitudes entre la transición española y la tunecina, ambas "en circunstancias muy adversas", pueden ayudar al entendimiento. Tanto es así que el titular de Exteriores dijo evocar "mis tiempos mozos"en política.

Si el "modelo tunecino"es un éxito –continuó Margallo- "podría exportarse a otros países de la región". Abdessalem aseguró que España es "el cuarto socio comercial"de Túnez y confió en que haya cada día más mejores oportunidades para los inversores españoles. El ministro tunecino insistió en que todo está bajo control y que es el momento de "promover inversiones extranjeras en el país". Además, aprovechó para anunciar una reunión de todos los Gobiernos del Magreb, la primera desde 1989.

Tanto Margallo como Abdessalem quitaron hierro al hecho de que la "sharia"(ley islámica) sea una fuente de inspiración para la nueva Constitución que se está creando. "No será la fuente fundamental para la redacción de la Carta Magna"dijo el canciller tunecino, para quien "basta"con que el artículo primero reconozca al árabe como idioma y al Islam como la religión oficial. Para Margallo es indispensable que el nuevo texto recoja la libertad religiosa, la protección de las minorías y la igualdad de derechos de las mujeres. La agenda del ministro de Exteriores continuará mañana con sendas entrevistas con el primer ministro, Hamadi Yabali, y el presidente, Moncef Martuki. Antes se verá con un grupo de blogueros que tuvo un papel destacado en el derrocamiento hace un año del dictador Ben Ali.