El fútbol espanta los nervios (2-1)

Guardiola lamentó el fallo de Villa, o la parada de Iraizoz, y entonces pidió al público que animara, que empezara a gritar, a dar aliento al líder. El técnico del Barça es una persona pasional, pero pocas veces se le ha visto reaccionar así. Era un síntoma de preocupación, de que algo iba mal. Tampoco es normal ver a los jugadores azulgrana pedir enloquecidos al árbitro un penalti de Javi Martínez a Messi. O ver al propio Messi tirar a puerta sin acariciar el balón, con potencia y sin control. O a Pedro o a Iniesta disparar desde cualquier posición cuando había una opción de pase. Lo que sucedía era que el partido iba empate a uno y que el Athletic había igualado el choque al comienzo de la segunda parte gracias a un penalti de Busquets a Llorente, que transformó Iraola. Quedaba mucho tiempo y en la primera mitad el líder había dado una buena imagen. No había motivo para estar atacado de esa manera, pero el Barcelona llevaba dos encuentros seguidos sin ganar, Valdés está lesionado y, además, su rival era el Athletic, que últimamente le ha complicado a base de bravura. Se juntó un poco todo y, por una vez, el Barça notó la presión. Después del empate llegó un error de Piqué ante Toquero, los murmullos en el Camp Nou, la sensación de desorden, todo lo contrario de lo que es el equipo catalán habitualmente, de lo que fue incluso en la primera parte de ayer. A los cuatro minutos ya mandaba en el marcador gracias al gol de Villa (con posición previa de fuera de juego de Alves) y después del cuarto de hora, se adueñó del partido como siempre: acumulando posesión, arrinconando al rival. No era un Barça espectacular, le faltaba chispa, pero sí era un buen Barça ante un oponente que buscaba a Llorente. El «9» amargó a Piqué. Por alto se las llevaba y con los pies se puede decir de todo menos que es torpe.

Quizá no fue un Barcelona espectacular porque había «faltado» Leo Messi. El argentino bajaba al centro del campo a recibir y ahí, lejos de la zona de peligro, sí, pero cerca del área siempre estaba rodeado, no le salía el regate, se lamentaba dando manotazos al suelo. Messi jugaba, pero no era trascendental y él ha nacido para decidir partidos, como hizo después. Porque tampoco es un jugador que se rinda. Si no le sale, lo vuelve a intentar. Insiste tanto como Alves, capaz de subir por la banda derecha sin descanso. Unas veces acierta en el pase, otras no. Ayer los dos goles partieron de Xavi, llegaron a Alves y encontraron un rematador: Villa en la primera parte, Messi en la segunda, en pleno agobio, cuando el Athletic ya había sacado a Muniain y Toquero para aprovechar los espacios que dejaba el Barça en su búsqueda del triunfo.

Y en esa búsqueda tuvo mucho protagonismo Iniesta. El «8» está en el mejor momento de su carrera y en plena locura fue el que más claro lo tuvo. Su segunda mitad fue espectacular. Dio un recital de calma, pases, controles, regates con el cuerpo. Mostró toda su clase. Que no participara en la jugada del 2-1 no impide que fuera quien mostrara el camino al líder para llevarse la victoria. La crispación no gana partidos, el fútbol sí y Andrés fue el mejor reflejo. Cuando el Barça se serenó un poco empezó al acoso que terminó en derribo de Messi.
El líder se reconoció en una última media hora fantástica que le devuelve la ventaja de cinco puntos con el Real Madrid.

Valdés, «ko» con problemas en la rodilla
Víctor Valdés fue baja de última hora en el Barça y Pinto fue el encargado de defender la portería azulgrana. El de L'Hospitalet arrastra problemas en la rodilla izquierda desde el partido ante el Arsenal y después de las pruebas a las que fue sometido ayer permanecerá de baja por un tiempo sin determinar, como les gusta vaticinar a los servicios médicos del club, aunque el objetivo es que se recupere para la vuelta ante el propio Arsenal. Valdés sufre una distensión en la cápsula posterior de la rodilla izquierda y ya se le está tratando con factores de crecimiento, tras una cumbre médica que tuvo lugar en el Hospital Quirón de Barcelona.



- Ficha técnica:

2 - Barcelona: Pinto; Dani Alves, Piqué, Sergio Busquets, Abidal, Mascherano (Maxwell, min.65), Xavi, Iniesta, Messi, Villa (Keita, min.84) y Pedro (Afellay, min.90+2).
 1 - Ahtletic Club: Iraizoz, Iraola, Ekiza, Amorebieta, Koikili, Susaeta (David López, min.84), Javi Martínez, Gurpegi, Gabilondo (Munianin, min.71), Iturraspe (Toquero, min.46) y Llorente.
 
Goles: 1-0: Villa, min.4. 1-1: Iraola (p), min.50. 2-1: Messi, min.77.
 
Árbitro: Ramírez Domínguez (Colegio andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Koikili (min.24), Iraola (min.32), Alves (min.36), Sergio Busquets (min.49), Piqué (min.52) y Guerpegui (min.90+2).

Incidencias: Partido de la vigésimo cuarta jornada de Liga de Primera División disputado en el Camp Nou ante 83.533 espectadores. Las secciones del Barcelona baloncesto, fútbol sala y hockey patines aprovecharon el encuentro para ofrecer a la afición sus últimos títulos, sendas Copas del Rey, y una Copa Continental, respectivamente.