Sevilla
Esto es un atraco
Arriba las manos, «El mundo es nuestro». El filme dirigido por Alfonso Sánchez se introduce en las vidas de dos ladrones peculiares envueltos en un atípico atraco a un banco en el que nada resulta ser como parece. «La idea surgió del "corralito argentino". Ese hecho me hizo reflexionar sobre el hecho de cómo una sociedad culta y preparada puede, de la noche a la mañana,entrar en un caos absoluto. Me pregunté, si eso podría ocurrir en España…», dice y puso manos a la obra. Pero no debemos engañarnos por la dureza del mensaje. Porque una realidad precaria no impide asimilarla con una sonora carcajada. Y es que éste filme es comedia, aunque no descarta tampoco la crítica. Todos los tópicos sociales se dan cita en esta película: el banquero avaricioso, la pareja recién prometida, la señora de la limpieza e incluso un chino andaluz en el corazón de Sevilla, que ponen patas arriba toda la trama.
Una producción de pequeño presupuesto que no se corresponde con la ley del más fuerte y es que este filme ha resultado ser un éxito en el pasado Festival de Málaga, sorprendiendo tanto a público como a crítica. «Es lo que sueñas que te puede ocurrir, una proyección mental de lo te gsutaría que sucediera. Pero conseguir que la crítica se haya sentido parte del público ha resultado increíble», afirma exultante el director junto a su inseparable compañero y coprotagonista del filme, Alberto López. Y es que la receta la tienen clara: «El problema del cine español radica en que media un abismo entre el autor y el público. Hemos considerado que estamos por encima del espectador y debemos abandonar esta perspectiva y crear películas para el público».
Tres años duros
Pero no hay victoria sin sufrimiento y el esfuerzo de hacer cine no sólo depende del presupuesto: «No creo que repitamos el modelo de producción de este trabajo. Ha sido una experiencia muy dura. Tres años sufriendo para sacarla adelante y en los que nos hemos tenido que enfrentar a numerosas situaciones, poco agradables», un pensamiento que rememoraba Alberto, en parte aliviado por la recompensa. «Este trabajo nos da credibilidad, se trata de un producto de calidad que nos aporta un respaldo fuerte para futuros proyectos», declara Alfonso sobre la experiencia vivida pero descartando, de momento, emprender nuevas aventuras y con al cabeza puesta sólo en la promoción de esta comedia. Pero sin duda, si existe una frase que pueda resumir esta producción sería: «Hartos del mamoneo». «Vivimos en una especie de circo rodeados de fieras en la que nosotros somos los payasos y recibimos los tartazos sin saber el porqué de esa situación». Y llegará el momento en el que se excederá el límite. «La gente está desesperada por la situación en la que se encuentra y se ve forzada a buscar soluciones donde no las hay. Se nos ha vendido una forma de vida que ha resultado ser un engaño». Y Sin embargo la esperanza es lo último que se pierde: «Ahora, más que nunca, hay que decirle a la gente que debe tener sentido común, inspiremos un mensaje positivo. Seamos solidarios. Solamente estando todos juntos saldremos de ésta». Con gente como ellos, seguro que tiramos para adelante.
El detalle
IR A POR TABACO
Robos los habrá siempre. Y atracos peculiares, también. Ya lo contó en 1982 Eloy de la Iglesiaen «La estanquera de Vallecas» (en la imagen), que se desarrollaba en Madrid, donde casos y víctimas se hermanaban, lo que también sucede en «El mundo es nuestro».
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