Las bodas son para la primavera

A estas alturas de febrero, ya sabes que los niños o las niñas de algunos amigos se casan. Mayo y junio concentran el mayor número de uniones. Este año, en Sevilla, en el mes de mayo, hay que hacer verdadero encaje de bolillos si tienes que organizar una boda. La Feria que, por una rareza del calendario, se celebra en mayo. Las elecciones municipales, para rematar. La salida de las hermandades para el Rocío. Así que no es raro, como es mi caso, que te coincidan dos matrimonios en el mismo día y a la misma hora. Toda esta introducción es para contarles que si a estas alturas del año no ha recibido una de las 1.900 invitaciones para asistir a la boda del Príncipe Guillermo y Kate no cuente con que la cosa tiene arreglo. Claro que pocas veces se va a contemplar tanto clasismo en una ceremonia. Hay invitados de primera, que son los 300 personajes que asisten a la ceremonia, cóctel y la cena-baile. Los de segunda, los 600 que asisten a la ceremonia y al cóctel. Los de tercera, los 1.000 que sólo asistirán a la ceremonia. A partir de ahora se empezará a hablar muchísimo sobre quién es quién en esta principesca boda. Otro tema será qué casas reales y con qué representación asistirán. En España, los más puristas con el protocolo aseguran que al ser el hijo del heredero el novio, lo correcto sería que la representación de la Casa Real la ostentara la infanta Elena. Mi opinión es que serán los príncipes de Asturias, correspondiendo a la gentileza del príncipe Carlos, que asistió en Sevilla y Barcelona a las bodas de las infantas Elena y Cristina, y que estuvo en la de los príncipes Felipe y Letizia, aunque, digamos, que era de obligado cumplimiento. La gran incógnita es si en esa fecha Rania de Jordania y si las «jequesas» de varios emiratos, todas ellas tan vistosas, asistirán. Es posible que entonces sean ciudadanas particulares. Abundando en el delicado tema árabe, qué será del fondo de armario de Gadafi si cae. Hay material en túnicas y otras vestimentas como para que sirva de vestuario para un gran musical.