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La banca española capta otros 130000 millones del BCE
Madrid- El Banco Central Europeo (BCE) inyectó ayer otros 529.531 millones de euros en «dinero barato» a 800 bancos de la zona euro en la segunda macrosubasta de liquidez del organismo. En dos operaciones –la primera, el 21 de diciembre por valor de 489.191 millones entre 523 entidades–, la institución que preside Mario Draghi ha impreso 1,013 billones de euros para inyectarlos en el sistema financiero con un interés del 1% (como el precio del dinero en la zona euro) y vencimiento en tres años. De la cifra total, aproximadamente 260.000 millones (la cuarta parte del total) han ido a parar a las entidades españolas, que ayer pidieron entre 120.000 y 130.000 millones al organismo monetario comunitario.
Desde agosto del año pasado, cuando las tensiones de la crisis de deuda alcanzaron cotas muy elevadas, el BCE ha inyectado 1,24 billones de euros a la banca de la zona euro. El procedimiento utilizado por el organismo han sido cinco subastas de liquidez al precio oficial del dinero (entre el 1,5% y el 1%) con distintos plazos de devolución –desde tres meses hasta tres años–. Fuentes del mercado calculan que la banca española, inmersa en un profundo proceso de reestructuración, ha dispuesto de la cuarta parte de ese capital, es decir, cerca de 300.000 millones de euros.
Transparencia «cero»
No obstante, el BCE no hace públicos los datos de lo que pide cada banco y las entidades se muestran reticentes a facilitar el capital solicitado al organismo, por lo que las cifras que se conocen proceden de filtraciones y estimaciones por parte de los expertos. Banca Cívica, que representa el 3% del sistema financiero español, señaló ayer en rueda de prensa que pidió 6.100 millones de euros a la institución, y fue la única entidad que se aventuró a ofrecer estos datos. El resto de bancos consultados por este diario no quisieron o no pudieron facilitar el capital adjudicado en la segunda macroinyección de «dinero barato».
Fuentes del mercado señalaron que BBVA volvió a ser la entidad europea que más capital pidió al BCE, con un importe cercano a los 11.000 millones de euros a devolver el 26 de febrero de 2015. Banco Sabadell, por su parte, habría solicitado entre 5.000 y 6.000 millones, algo más del capital adjudicado en diciembre de 2011.
El objetivo «oficial» del BCE es que las entidades utilicen el capital adjudicado para inyectarlo en la economía real a través de la concesión de créditos, pero lo cierto es que los bancos aseguran no estar en condiciones de cumplir este objetivo. En vez de eso, utilizarán el «dinero barato» de la institución para pagar vencimientos de deudas contraídas, especialmente en el caso de las firmas con mayores necesidades de liquidez.
Aquéllas más «desahogadas» invertirán una parte importante del capital en activos de rendimientos elevados para sacar rentabilidad del dinero. El destino de estas operaciones serán los bonos soberanos y las emisiones de deuda corporativa a corto y medio plazo, mediante inversiones con vencimiento límite de tres años, que es cuando las entidades tienen que devolver el capital al BCE.
Intervención en la deuda
En el caso de la deuda soberana, la macroinyección del BCE permitirá al organismo interrumpir de forma casi definitiva su plan de compra de bonos en el mercado secundario, ya que canalizará el sostenimiento de las primas de riesgo de los periféricos –especialmente, las de España e Italia– a través de las entidades.
La banca dispone ahora de 36 meses para rentabilizar el capital inyectado por el BCE –más de un billón de euros en dos macrosubastas– con rendimientos superiores al 1%, que es el porcentaje de interés que percibirá el organismo entre finales de 2014 y principios de 2015. Con la operación, la institución que preside Mario Draghi obtendrá unas plusvalías de más de 10.000 millones.
Lo que aún no se ha valorado es el impacto que tendrán estas operaciones en el mercado interbancario, ya que el recurso del BCE limitará aún más el intercambio de dinero entre entidades. Después de la primera macrosubasta, los mercados de crédito cayeron, y la expectativa es que lo vuelvan a hacer ahora. Se salvarán aquellas entidades que no acudieron ayer a la subasta.
Draghi desata los temores inflacionistas
Las dos macroinyecciones de liquidez de Mario Draghi por valor de más de un billón de euros han desatado otra vez los temores inflacionistas en la zona euro. En contra de la postura emprendida por el dirigente italiano, el francés Jean-Claude Trichet siempre aseguró que la principal labor de la institución era lograr la estabilidad de precios, y su política monetaria restrictiva funcionó con este objetivo. Draghi, por su parte, ha realizado dos bajadas de tipos (desde el 1,5% al 1%) y ha regando el eurosistema de capital barato, ejemplo de una política expansiva. Los expertos prevén que los precios de la eurozona subirán.
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