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Adónde Basilea

La Razón
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Las reglas de Basilea son consideradas balsámicas, pero pocos recuerdan que los grandes bancos europeos y americanos las cumplían al comienzo de la crisis. Más aún, como señalan K. Down, M.Hutchinson, S.Ashby y J.M.Hinchliffe en Policy Analysis del Instituto Cato (http://goo.gl/zJK2A), dicha regulación «fue el principal factor que impulsó la ola de titulizaciones de las últimas dos décadas». Apuntan que en el pasado la banca americana estaba menos intervenida, era manejada esencialmente por sus accionistas, y tanto la especulación como los «bonus» eran menores que en la actualidad. Denuncian que la intervención empeoró el funcionamiento del gobierno corporativo, fomentando el riesgo moral: la capitalización de los bancos, por ejemplo, descendió después del establecimiento del seguro de depósitos general y obligatorio. Las reglas de Basilea propiciaron unos modelos de asunción de riesgos que minusvaloraban espectacularmente las posibilidades de fracasar. De Basilea vino la idea de que las deudas de todos los países de la OCDE debían tener riesgo cero. Entre la intervención, la generación de incentivos perversos y la mala regulación, el desenlace fue la captura del regulador y la imposición de un sistema procíclico en sus requerimientos de capital. Para mayor desasosiego, Down, Hutchinson, Ashby y Hinchliffe concluyen que las normas remozadas de Basilea III no mejoran apreciablemente la situación con respecto a sus predecesoras.