Francia
Otegi utilizará el banquillo para relanzar su papel «negociador»
Arnaldo Otegi, Rafael Díez Usabiaga, ex secretario general del sindicato LAB, y otros seis dirigentes abertzales se enfrentan desde hoy a una petición fiscal de diez años de prisión por integración en organización terrorista -que la acusación popular ejercida por la asociación Voces contra el Terrorismo eleva a 14- por pretender recomponer presuntamente el brazo político de ETA a través de Bateragune.
Un órgano diseñado, según la Fiscalía, «para sustituir a la Mesa Nacional de Batasuna actuando como una comisión permanente que tomará las decisiones estratégicas del frente institucional de ETA». Otegi, en prisión desde octubre de 2009, hará hincapié en el juicio en acentuar su labor negociadora en el anterior «proceso de paz». De hecho, en el escrito de defensa remitido a la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional, encargada de juzgarle, no tuvo ningún reparo en reclamar su absolución esgrimiendo sus reuniones con «representantes oficiales del Gobierno» en los últimos años. Usabiaga –a quien el juez Baltasar Garzón dejó en libertad bajo fianza en abril de 2010 por motivos «humanitarios» para que cuidara de su madre enferma, que le designó como cuidador– también se presentó ante la Sala como un defensor de las vías pacíficas y democráticas.
En ese afán por realzar su condición de hombre clave en una nueva negociación entre el Ejecutivo y ETA, la defensa del ex portavoz batasuno propuso como testigos, entre otros, a los ex lendakaris Juan José Ibarretxe y Carlos Garaikoetxea; al líder del Sinn Fein Gerry Adams; al mediador internacional Brian Currin y al ex obispo de San Sebastián Juan María Uriarte, unos testimonios que no se escucharán en la Sala dado que el tribunal ha rechazado su comparecencia. Si declararán, sin embargo, a petición de las defensas los dirigentes batasunos Rufi Etxeberria y Tasio Erkizia. Según la acusación fiscal, en la primavera de 2008 ETA decidió «tutelar» los intentos de negociación con el Estado, combinando «parones de acciones armadas con atentados terroristas». A Bateragune le correspondía ejercer «una actividad de dirección política».
Las instrucciones de la banda terrorista eran claras: utilizar la «lucha armada» como instrumento para forzar al Gobierno a sentarse a negociar. La tarea de Bateragune era «llevar la confrontación política hasta el punto más álgido, neutralizando «cualquier espacio de la izquierda abertzale sin ETA» y apuntalando la «acumulación de fuerzas» a través de un polo soberanista subordinado a los terroristas, una labor a la que se aplicó supuestamente Bateragune acatando el guión marcado por la banda criminal. ETA señaló, incluso, «la necesidad de contar con Eusko Alkartasuna» para articular esa fuerza independentista. Otegi y Usabiaga comparecieron en rueda de prensa el 7 de julio de 2009 para defender la necesidad de una «acumulación de fuerzas» soberanistas. El ex portavoz batasuno, además, se desplazó en dos ocasiones a Francia –pese a tener prohibido abandonar territorio español sin permiso– para reunirse presumiblemente con la cúpula etarra y recibir instrucciones.
Además de Otegi y Usabiaga se sentarán en el banquillo Arkaitz Rodríguez; Miren Zabaleta (hijo del coordinador de Aralar Patxi Zabaleta); Sonia Jacinto, ex tesorera del PCTV; Amaia Esnal, José Luis Moreno y Jose Manuel Serra. Todos fueron detenidos en la sede de LAB en San Sebastián en octubre de 2009. El tribunal que juzgará a los ocho procesados lo presidirá Ángela Murillo, a quien Otegi intentó apartar del juicio después de que la magistrada le preguntara en un proceso anterior si condenaba la violencia de ETA y añadir tras escuchar su enésima evasiva: «¿No va a contestar, verdad? Muy bien. Ya lo sabía».
El preso que tutela Bildu
Martín Garitano, el hombre de Bildu en Guipúzcoa tomó posesión de su cargo con una chapa con el 8719600510 (en la imagen superior). Este número es el que tiene asignado Otegi en la cárcel. El mensaje era claro: Arnaldo es una pieza clave en el nuevo entramado abertzale. Así, el líder batasuno celebró su entrada en las instituciones desde prisión: «Han colocado a la izquierda abertzale en el carril central del espacio político vasco», sentenciaba mientras se abre paso para liderar Sortu, si el TC le da luz verde, en las elecciones autonómicas de 2013.