Investigadores «obligados» a donar retribuciones de premios y conferencias para mantener los proyectos

Valencia- El altruismo demostrado días atrás por Consuelo Guerri es, «desgraciadamente», habitual, más aún en tiempos de crisis. La investigadora del Centro de Investigación Príncipe Felipe se encontraba ayer desbordada y sorprendida ante tanta atención mediática después de que se hiciera público que había donado a su equipo los 25.000 euros de un premio. Guerri recibió el Manfred Lautenschläger Award, un galardón otorgado por la European Society for Biomedical Research on Alcoholism (Esbra) en reconocimiento a su labor en el área del estudio de los efectos del alcohol y a los logros de su carrera científica en este campo.

«No sé por qué se ha montado tanto revuelo. No es la primera vez que lo hago, aunque en la próxima ocasión lo haré de un modo más discreto», bromeaba ayer la protagonista para pasar a continuación a explicar que, debido a la situación económica que atraviesa el país y que también afecta a su sector, suele donar a la Fundación de este centro las retribuciones de conferencias y charlas a las que acude, así como la de algunos premios que ha recibido.

Sin embargo, la cuantía no es suficiente, pues los investigadores becados -ella cuenta con nueve- cobran 12.000 euros los dos primeros años y 24.000 los dos siguientes, con lo que su gesto apenas alcanza para pagar a todos.

Guerri no es la única investigadora solidaria. Más de la mitad de los galardonados con el Premio Jaime I, cuya cuantía asciende ahora a 100.000 euros, reparte el dinero entre sus colaboradores y equipos.