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Separar las clases por niveles triplica el fracaso escolar

Separar las clases por niveles triplica el fracaso escolar
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BARCELONA– Tres de cada diez alumnos catalanes de 15 años no están cursando cuarto de ESO, tal y como deberían. Dos de cada diez repiten en Secundaria, y el abandono prematuro de los estudios ha llegado al 23,6 por ciento. Estos datos superan notablemente a la media europea y ponen en evidencia al sistema educativo actual. ¿Funcionan las clases tal y como están planteadas? En Cataluña, desde 1982, se apostó por un sistema de escuela comprensiva, que es aquel que no separa a sus alumnos por méritos o capacidades desde la educación básica hasta los 16 años. Un sistema que bebe de la influencia de los países nórdicos y opuesto a la selección precoz y a los itinerarios formativos separados en Secundaria que llevan a cabo Alemania o Austria.

Después de treinta años, ¿ha funcionado la escuela comprensiva? Ésta es la pregunta que se han formulado los 30 investigadores que han participado en el último estudio de la Fundación Bofill. Bajo el título «¿Juntos en el aula?», el informe desprende que la educación comprensiva en Cataluña «se ha desvirtuado» en fórmulas que distan de su vocación inicial.

En el 30 por ciento de institutos se separa por conocimientos a sus alumnos dividiéndolos en los que tienen más o menos competencias y otro tercio mantiene a los alumnos en grupos diferenciados sólo en algunas asignaturas. Los autores defendieron que al separar a los alumnos, la «brecha» de conocimientos entre ambos se acentúa y se triplica el fracaso escolar, especialmente en aquellos que provienen de familias de nivel socioeconómico bajo, entornos que no prestan atención a la evolución académica de sus hijos.

«Vivimos en una sociedad heterogénea, y debemos formar en una educación de la convivencia en la diversidad», explicó Enric Roca. El estudio apuesta por erradicar este tipo de prácticas, optimizando las 200 horas de recursos adicionales –aulas de acogida o unidades de escolarización compartida– en un «clase de referencia» hasta los 16 años. Allí, y gracias a la autonomía de centro que defiende la LEC, los alumnos de diferentes edades y conocimientos podrán hacer clase con uno o dos profesores a la vez. «Juntos, pero permitiendo diferentes velocidades», apuntó Roca.