Estocolmo
Esquiar sin contaminar: cómo disfrutar de la nieve sin CO2
Una incineradora se convierte en pista de esquí. Arquitectos daneses dan un doble uso a una fábrica en Copenhague y la utilizan como monumento de ocio en el que los ciudadanos podrán disfrutar de diversas actividades deportivas. Además, tendrá el objetivo de concienciar a la población sobre la transformación de residuos en el medio ambiente
Tras comenzar el invierno con unas temperaturas propias de otoño o primavera en vez de la estación en la que estábamos, y tras dejar atrás una navidad en la que la nieve ha brillado por su ausencia, por fin los termómetros responden a lo que se espera de ellos en un mes de febrero. Los amantes del esquí han podido quitarle el polvo a sus equipos y recorrer algunos de los puertos de nieve más conocidos de la península. Pero esquiar en la montaña tiene efectos contaminantes sobre el medio ambiente, ya que la creación de pistas de nieve ha producido cambios en los suelos, denudación vegetal, modificación de los recursos hídricos..., junto con los gases que producen centenares de coches para acceder a las instalaciones.
¿Quién ha esquiado alguna vez en una fábrica? En Copenhague podrán hacerlo a partir de 2016. Con el objetivo de crear una nueva identidad a la ciudad y lavar la cara de unos de sus barrios industriales, varios arquitectos daneses han creado un proyecto de un nuevo tipo de planta de residuos.
Amagerforbraending, el lugar elegido para su construcción, es una de las zonas situadas a las afueras de Copenhague. Este proyecto ambiental es uno de los más grandes de Dinamarca, cuyo presupuesto ha sido de 470 millones de euros.
«El objetivo principal que perseguimos es darle otra función a esta planta de residuos», explica Bjarke Ingels, uno de los autores del proyecto, «y proporcionarle una identidad distinta convirtiéndolo en un destino para disfrutar de las vacaciones o simplemente del ocio deportivo». Pero un proyecto de esta envergadura y con el elevado precio de su construcción requiere un proceso político para que todas las partes expresen sus puntos de vista, y estamos en ello», continúa.
Hasta este momento los ciudadanos de Copenhague tenían que recorrer ocho horas de viaje para surcar la nieve de las pistas del sur de Suecia. Pero con la creación de este edificio en escasos minutos podrán acceder a una especie de montaña alpina con las medidas necesarias para disfrutar con total libertad del esquí. Tanto es así, que la pista, situada en el techo del edificio, medirá 31.000 metros cuadrados. Y su pendiente será sólo un tercio inferior a la que ofrecen las montañas de Suecia. A la zona de esquí podrá tener acceso todo el mundo ya que cuenta con diferentes niveles de habilidad.
un montaña artificial
Desde la distancia, el edificio entero está envuelto en una fachada verde vertical formada por módulos de jardineras apiladas como ladrillo, de modo que parece una montaña a lo lejos, ya que otro de los objetivos que buscan su diseñadores es ocultar la imagen seria de su fachada.
La planta de Amagerforbraending integrará las últimas tecnologías en el tratamiento de residuos y el desempeño ambiental. «Queremos construir un edificio ecológico, económico y socialmente sostenible», argumenta Ingels.
Para practicar, los visitantes lo harán mediante un ascensor que sube por una chimenea de la planta, de modo que en su punto más alto podrán gozar con las vistas de la ciudad.
Además de la pista de esquí, «en su interior se pueden encontrar tiendas, supermercados, pubs e incluso un centro de visitantes para educar acerca de la transformación de residuos en el medio ambiente», explica Ingels.
«La pista de esquí será artificial utilizando un material especializado llamado ‘‘snowflex'' que permitirá esquiar todo el año», afirma Ingels. Este material sintético y reciclado evita el enorme consumo de energía que suele ir asociado a este tipo de pistas artificiales. Todo un invento para convertir una fábrica en algo más.
El edificio contará también con una chimenea que servirá para concienciar a la gente de cuánto CO2 se consume al día, de modo que la chimenea expulsará anillos de humo de 30 metros de diámetro. Cada cinco anillos emitidos significará que se habrían consumido una tonelada de CO2. Es una forma simbólica para recordar a la población los efectos del consumo que hacemos.
ESQUIAR TOCANDO EL CIELO
Una pista de esquí rozando el cielo. Como su nombre indica Skypark 360º será el parque de esquí mas completo e impresionante del mundo.
El edificio tiene un aspecto llamativo, con una silueta simplificada que hace hincapié en el paisaje sueco.
Se levanta a las afueras de Estocolmo, y cuenta con una cuesta abajo de 700 metros de longitud y un desnivel de 160 metros, lo que la convierte en única en el mundo, y una de las propuestas para la celebración de la Copa del Mundo. La pista está construida sobre unos apoyos de hormigón, Además, este edificio contará con un espacio para el biatlón, el hockey sobre hielo, patinaje artístico y un parque de nieve para practicar snowboard. Toda una oferta de ocio que se completa con restaurantes, tiendas, un spa y un hotel que ofrece espectaculares vistas de la zona. Esto quiere decir que en cualquier época del año, se podrá disfrutar de los deportes de invierno, pero aún más sorprendente es saber que será un resort 100% autosuficiente mediante energía solar, hidroeléctrica, eólica y geotérmica.
Está previsto que su construcción comience a finales de 2013 o inicio de 2014, e incluso está planificada una expansión futura con más zonas comerciales y hoteles de todo tipo.
Refugios con
menos emisiones
El POD hotel en Films (Suiza) pretende ser un modelo universal de turismo sostenible. Construidas de madera y con un fácil montaje, estos pequeños «iglús», cuentan con las comodidades básicas para albergar a turistas y ofrecer confort y paz. «La madera usada en su construcción es madera certificada como Forest Stewardship Council (FSC) y cuya extracción no daña el medio ambiente», aseguran desde el hotel. Además, el pegamento usado en la construcción no es nocivo para el medio ambiente. La totalidad de la energía usada proviene de su propia central hidroeléctrica y en su interior las bombillas son LED.
En la misma falda de los Alpes se levanta el «Romantik Muottas Hotel Murgal». Situado a una altitud de 2.456 metros de altura sobre el nivel del mar se convierte en el hotel que más energía genera de los Alpes. Tras su ampliación en 2010 pasó de tener una superficie de 1.700 metros cuadrados a 2.700, pero a pesar de esto ha conseguido reducir su gasto energético un 64 por ciento, pasando de 436.000 kw/año a 157.400 kw/año. Este logro se consiguió gracias al aislamiento del edificio y puesta en funcionamiento de fuentes de energía renovable diferentes. «La energía generada al día depende de las condiciones meteorológicas», explica Flavio Godenzi gerente del hotel. «Los paneles solares del edificio suelen generar 70.000 kw al año, mientras que el sistema fotovoltaico instalado a lo largo de las vías del tren produce entre 95.000 y 105.000 kw/año», asegura Godenzi. Para acceder al hotel los huéspedes pueden hacerlo mediante un funicular que se mueve gracias a la energía generada por los paneles solares.
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