Galicia
La parricida de la maleta utilizaba las redes sociales como coartada
Dos días después de ahogar a su hijo en una bañera le dijo a una amiga que el niño «estaba contento» de estar con ella
MADRID- «Nos vamos para Mallorca que me han trasladado allí. César está contento por un lado pero no por otro. Por un lado está conmigo». Apenas 48 horas después de que ahogara a su hijo, de 9 años, Mónica Juanatey le enviaba este mensaje a una amiga un 12 de julio a través de una red social. Fue de las primeras veces que la presunta asesina utilizaba internet como coartada para su crimen, haciendo creer a sus allegados que César todavía seguía con vida. Esta macabra farsa prosiguió cinco días después, cuando en otro mensaje escribió: «Cuando esté allí ya mandaré fotos de los dos. Un beso muy grande de César que me pregunta cuándo vienes (...)».
Precisamente, la tragedia tuvo su origen en las redes sociales. En marzo de 2008 dejó a su hijo con su padre biológico en La Coruña y se fue a Mahón (Menorca) tras conocer a un hombre en internet. Después, Mónica se arrepintió de su decisión y viajó a Galicia para quitarle el niño a su padre y dejarlo con los abuelos maternos. Sin embargo, éstos consideraron que debía estar con su madre y lo enviaron a las islas. La madre engañó a su novio: le cuenta que es su sobrino e incluso le obliga a llamarla «tita». El 10 de julio de 2008, después de reconocer a varias amistades que el pequeño es un estorbo, lo ahogó, lo metió en una maleta y lo abandonó en una zona de monte bajo.
Sus vecinos destacan que Mónica ya tenía un comportamiento muy extraño desde hacía tiempo, antisocial incluso. Uno de ellos asegura que nunca la había visto «saludar a nadie», incluso «ignoraba a los críos que pasaban por ahí». «Era mujer rara», sentencian. Otra vecina aseguró que era «muy seria», «ni hola, ni buenos días, ni adiós, ni nada», informa Efe.
Sin embargo, Mónica sí que habló con una persona: su casero, a quien le dijo que iba a dejar la casa de alquiler.
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