OPINIÓN: Todo sigue igual O casi

Las mujeres siguen abortando y ahora creyendo que ejercen un derecho. Los niños enfermos siguen siendo eliminados por el hecho de serlo, el supuesto del riesgo psicológico sigue permitiendo a la mujer abortar y las niñas pueden ser promiscuas sin miedo a un embarazo porque pueden abortar solas. Los abortistas se seguirán frotando las manos cuando vean a una mujer sola y angustiada entrar por la puerta de sus negocios y la «progresía» seguirá diciendo que hay que dejarlas elegir en vez de ayudarlas a ser madres. Pero si digo que las cosas siguen casi iguales es porque en España algo ha cambiado: la sociedad sabe que el aborto es un mal. No podemos dejar el compromiso de luchar por el derecho a vivir sólo en manos de los políticos, ya hemos visto el resultado. Hemos de defender a los que más nos necesitan, sobre todo en los momentos iniciales y finales de la vida. No hemos de contentarnos con que las mujeres que abortan sean unas miles más o menos. Hemos de conseguir que el aborto desaparezca de nuestras vidas.