Congreso de los Diputados

Primera sesión de control

La Razón
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Rubalcaba perdió claramente el debate porque lo convirtió en la primera sesión de control del futuro presidente del Gobierno. Era una mezcla entre periodista inquisidor e impertinente y alicaído líder de la oposición que hace la pregunta semanal de los miércoles en el Congreso de los Diputados. Rajoy fue como la pared de un frontón donde rebotaba una pelota tras otra sin inmutarse. Tan sólo se permitió la licencia de llamarle mentiroso en varias ocasiones. El candidato socialista se centró en el programa de su rival, reconociéndole la condición de ganador, en un intento por examinarle sin escuchar las respuestas. El líder del PP colocó sus mensajes y se mostró como el político fiable y eficaz que ha sido siempre. Un ejemplo de ello fue que aprovechara los últimos minutos del primer bloque para concretar su programa en materia económica. Rubalcaba tiene un grave déficit de credibilidad que se agudiza con la fama de maniobrero que le precede.