Cataluña
Mas vuelve a plantear la celebración de un referéndum independentista
El líder de CiU no descarta celebrar un referéndum sobre la independencia aunque no precisa cuándo.
BARCELONA-Esquerra y CiU tienen claro que el Estatut ya no sirve para nada y apuestan por alcanzar nuevas estaciones en la senda soberanista. Pero mientras los convergentes prefieren apearse en el concierto económico, los republicanos están decididos a llegar hasta el final del trayecto: la independencia. Sin embargo, el mimetismo entre CiU y ERC está llegando a cotas tan insospechadas que, ayer, el líder de la federación nacionalista, Artur Mas, abrió la puerta a celebrar un referéndum independentista, tal y como solicitan los republicanos. De todas formas, Mas evitó dar una fecha al considerarlo «ridículo» e insistió en que esta consulta no podrá celebrarse hasta que exista una «mayoría social suficiente» que la respalde.
Los coqueteos del líder nacionalista con el independentismo le han granjeado numerosos ataques desde el PSC, así como en el resto de partidos del arco parlamentario catalán. Empezando por el presidente de la Generalitat y primer sectario del PSC, José Montilla, los socialistas han acusado a Mas, en repetidas ocasiones, de practicar un «independentismo de fin de semana», que le permite «llegar a acuerdo con el PP» en los días laborables. Al parecer los flirteos de Mas con el soberanismo, ahora también son cosa de verano y, por este motivo, no quiso empezar las vacaciones sin antes recordar que está dispuesto a defender un «derecho a decidir sin límites».
Ante este panorama, la portavoz del PP, Dolors Montserrat, retó al nacionalista a incluir la independencia en su programa electoral a las autonómicas del otoño. Una premisa que parece descartada ya que los nacionalistas prefieren refugiarse en la ambigüedad del «derecho a decidir», sin entrar en mayores concreciones.
Unidad fragmentada
Al margen de proclamas independentistas, el líder de CiU no olvida que tras el verano empezará la carrera electoral y, por este motivo, atacó al PSC responsabilizándolo de la ruptura de la unidad catalana para articular la respuesta a la sentencia del TC. Las palabras de Mas sentaron mal en las filas socialistas y la diputada Rocío Martínez -Sampere no tardó en replicarle reprochándole su «ambigüedad». «No es creíble que nos acuse de querer romper la unidad y al mismo tiempo dé el Estatut por muerto», comentó la diputada socialista. Ante el fuego cruzado entre PSC y CiU, a Òmnium Cultural –entidad impulsora de la manifestación del 10 de junio– no le quedó más remedio que exigir que se reestablezca el espíritu de la protesta celebrada un mes antes y que los partidos recuperen «el espíritu de ir junto», según afirmó la presidenta de Òmnium, Muriel Casals.
Calentando la campaña
Después del verano los partidos estarán inmersos casi de lleno en la campaña electoral. Conscientes de ello, la mayoría están aprovechando el verano para empezar a calentar los comicios. El presidente de CiU, Artur Mas, no tuvo reparos ayer en asegurar que «a José Montilla le interesan las provocaciones, una campaña dura, de descalificaciones, para ver si la gente se cansa y no va a votar».
Los nacionalistas están convencidos que la comisión de investigación sobre la presunta financiación irregular de CDC a través del Palau de la Música, y la intervención de la Justicia, no es más que una maniobra de los socialistas para generar más desafección. Según Mas, una baja participación «es la única manera que el tripartito pueda volver a sumar y Montilla pueda ser presidente».
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