Manual del buen gobernante de Mozart

«La clemenza di Tito», que hoy llega al Teatro Real, no es precisamente uno de los títulos más populares de Mozart, por eso hace 30 años que Mortier lleva intentando resucitarlo para el gran público. Un gran salón, minimalista y en blanco radiante, con tres puertas es el escenario donde ocurre esta tragedia clásica trasladada a un espacio atemporal por Ursel y Karl-Ernst Herrmann. Para la dirección musical, Mortier ha contado con el alemán Thomas Hengelbrock, que ya tomó el pulso a la orquesta con tino en «Ifigenia en Tauride», protagonizada por Plácido Domingo, y que volverá en futuras temporadas con «Parsifal» y «Genoveva», de Schumann. El batuta nos comenta que, a pesar de su olvido durante décadas, ésta fue la ópera con mayor éxito de Mozart en tiempos del autor. ¿Por qué cayó de las marquesinas? «Tiene que ver con su forma barroca, durante el siglo XX las óperas con libreto de Da Ponte se consideraron más modernas que estas otras. Pero como nos dimos cuenta en las últimas decádas de la centuria pasada, la ópera barroca tiene también partidarios entre el público».

Mozart reflexiona sobre lo difícil de gobernar bien, incluso cuando al político le alumbran la prudencia y la generosidad; sin embargo, no es el emperador, sino Vitellia, aspirante a casarse con él, quien se lleva la mejor parte en esta partitura repleta de recitativos que podría no haber escrito el compositor: «Vitellia es un personaje extremo, que conoce el amor y por eso odia después con todas sus fuerzas. Podemos decir que es una mujer ansiosa de poder. A ella están reservadas las arias más difíciles por su coloratura y la amplitud de registro y creo que tenemos en Amanda Majeski una cantante muy capaz de afrontar el reto», comenta el director musical. Tito está interpretado por Yan Beuron, que, sin embargo, no tiene tantas posibilidades de lucimiento: «Sabemos que el cantante que estrenó este papel no gozaba mucho de la simpatía del autor, quizá por eso no es casualidad que no haya escrito grandes arias para él».