Ciencia y Tecnología

El adolescente con adicción digital se vuelve más irascible arisco y ansioso

Los adolescentes con adicción digital o "enganchados"en exceso a las nuevas tecnologías, como aquellos que nunca se desconectan de las redes sociales, ni para ir al baño ni dormir, se vuelven más irascibles, ariscos, malhumorados y ansiosos.

Así lo ha advertido hoy el coordinador asistencial de la Oficina Regional de Salud Mental de la Comunidad de Madrid, Carlos Mur, junto con el socio fundador de la asociación Adicciones Digitales, Juan Manuel Romero, en un acto con los medios, en donde se ha destacado la importancia de prevenir en edades tempranas el uso equivocado de las nuevas tecnologías entre los más jóvenes.

Pese a que en España no existen datos epidemiológicos serios sobre el alcance real de este tipo de adicciones, sólo en la Comunidad de Madrid se han duplicado las consultas de adolescentes a psicólogos y psiquiatras, y según Mur, el problema de la adicción digital podría estar detrás de un gran número de problemas entre los chicos.

Incluso es probable que las dimensiones del problema de la adicción digital en adolescentes sean mayores aún de lo que se estima, dado que muchos padres no son conscientes de que sus hijos están "enganchados"en exceso, aun cuando perciben comportamientos anormales.

Para Mur, "la línea roja" que separaría un uso tecnológico normal de otro adictivo viene marcada por el hecho de que la desconexión del aparato se convierta en verdadero "problema"para el chico.

En el mismo acto, Juan Manuel Romero ha dado algunos consejos a los padres para intentar prevenir la adicción digital en sus hijos. Por ejemplo, evitar que tengan conexión a la red desde su habitación y establecer unos horarios para un uso correcto de las tecnologías.

"Los chicos deben entender que la noche es para dormir, y el móvil debe estar apagado, del mismo modo que el momento de la cena es para comer, y no para chatear", explica Romero. A los padres que detecten que sus hijos son adictos a la red les aconseja que acudan lo antes posible a un psiquiatra o un psicólogo para corregir pronto el problema.

Romero ha recordado que los adolescentes tienen una personalidad poco definida aún y se puede ver alterada con un uso equivocado de las nuevas tecnologías; por ello, considera trascendental que su desarrollo mental y emotivo sea lo más sano posible.

Entre los motivos que llevan al adolescente a las redes sociales, se ha destacado el deseo de lo nuevo y de escapar del anonimato para integrarse en un grupo, aunque virtual, con muchos amigos, pese a que, en muchos casos, nunca se lleguen a conocer físicamente.

Uno de los grandes problemas de ese deseo interminable de ganar amistades en la red es el enmascaramiento de la identidad al que recurren muchos internautas, con el peligro y riesgo que ello implica, en el caso de que el chico se decida a acudir a alguna cita.

Las relaciones personales convencionales y el modo tradicional de entender la comunicación están cambiando en la red, que, según Mur, a menudo, se convierte para el adolescente en ese "refugio cálido donde esconderse ante el dolor o el mundo, si no les satisface".