El poder adquisitivo de 56 millones de pensionistas cae un 29% por el IPC

MADRID- El IPC adelantado ayer por el INE apunta a una subida de los precios del 2,9%, una décima menos que en octubre, lo que significa que los perceptores de pensiones mínimas, SOVE –Seguro Obligatorio de Vejez y Enfermedad– no concurrente con otras pensiones, prestaciones familiares y pensiones no contributivas serán compensados por la desviación al alza de la inflación. El Ejecutivo preveía para este año un incremento de los precios del 1%, frente al 2,9% avanzado ayer.

Desembolso
Para contrarrestar esta subida inesperada, la Seguridad Social desembolsará 855,87 millones de euros de los que se beneficiarán 3.236.756 jubilados que cobran alguna de las modalidades de pensión antes citadas. El pago se hará en dos tramos: a través de una primera paga en enero, que supondrá un desembolso de 441,69 millones para el Estado; y mediante el prorrateo de los 414,28 millones de euros restantes en las 14 nóminas anuales que perciben los pensionistas para así consolidarlo en sus ganancias. La compensación no afecta a las pensiones que hayan sido reconocidas a lo largo de este año.

No tendrán tanta suerte, sin embargo, la mayoría de los pensionistas. Más de 5,6 millones perderán los 2,9 puntos de poder adquisitivo que han crecido los precios. Se trata de todos aquellos perceptores de pensiones contributivas a los que el Gobierno congeló en mayo de 2010 sus prestaciones para 2011 en el marco del plan de ajuste aprobado para reducir el déficit público en 1.500 millones.

Carburantes
La moderación experimentada por el IPC, la tercera consecutiva, es consecuencia, principalmente, de la bajada de los precios de los medicamentos y otros productos farmacéuticos y del comportamiento de los precios de los carburantes, según explicó el Instituto Nacional de Estadística.

Los beneficios de las empresas, en picado
El beneficio de las empresas no financieras cayó un 27,4% hasta el mes de septiembre de 2011 frente al mismo periodo de 2010, lo que confirma, según el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, el impacto de la prolongada crisis económica sobre los resultados de las compañías. El dato contrasta con el beneficio obtenido en los nueve primeros meses del pasado año, cuando el crecimiento fue del 5,2%. Así, el panorama económico de ajuste sigue siendo exigente para las empresas, cuya recuperación futura debe asentarse en la mejora de la competitividad y en ampliar su capacidad de venta, según Malo de Molina. El Valor Añadido Bruto (VAB) creció un 0,5% hasta septiembre, aunque, por sectores, el de alimentación, bebidas y tabaco bajó el -9,7% y el de productos informáticos retrocedió un -6,3%.