El celador de Olot dice ahora que sus crímenes fueron un «grave error»

BARCELONA- El celador de Olot y autor confeso del asesinato de once ancianos en un geriátrico, Joan Vila, compareció ayer ante el juez en la vista de prórroga de prisión y, por primera vez, calificó de «grave error» sus acciones. Hasta ahora, siempre había asegurado que envenenó a estas personas «por su bien», y de hecho dijo que seguía sin ser consciente de haber cometido un crimen.

Además, su abogado, Carles Monguilod, solicitó ante el juez la libertad provisional para su cliente hasta que se celebre el juicio –aún sin fecha–, con el argumento de que el 21 de octubre se cumplirán dos años de su encarcelamiento. Una propuesta que tiene pocas posibilidades de prosperar, debido a la enorme alarma social que causó el suceso.

Lejía y cócteles
El caso de Joan Vila es uno de los más aterradores de la historia negra de España. Aprovechando su trabajo como celador en el geriátrico La Caritat de Olot, envenenó a once ancianos suministrándoles lejía, cócteles de medicamentos y sobredosis de insulina. El fiscal pide 194 años de cárcel, y las acusaciones particulares, 202. Además, reclaman que no pueda acercarse a menos de 100 kilómetros de Olot.

Según la defensa, después de dos años de encarcelamiento sólo se puede alargar la estancia en prisión si existe riesgo de fuga. Vila aseguró ante el juez que «no pienso huir, no lo he pensado nunca, se tiene que tener en cuenta que no tengo voluntad de escapar». La respuesta del magistrado tiene que llegar esta misma semana.

El abogado insistió en que Vila es una «persona integrada a la vida penitenciaria y sin riesgo de comportamiento delictivo en el futuro». La defensa propuso una solicitud alternativa, que sería la de una «libertad vigilada con condición de tratamiento médico y control».

Muy diferente fue la opinión de los abogados de las familias de las víctimas. «Sería muy doloroso para los parientes tenerlo en la casa de al lado», resumió uno de estos letrados. Otro de estos abogados, Jaume Dalmau, inisitió en pedir que, en el caso de que se acepte la libertad provisional para Vila que reclama la defensa, el celador no pueda acercarse a menos de 100 kilómetros de Olot ni de la cercana Castellfollit de la Roca, lugar de residencia del acusado y de algunas de las víctimas. «Algunas de estas familias son vecinas también de Castellfollit y sería muy doloroso tenerlo por allí, tenemos que preservar a estas personas de la presencia de esta persona en el caso de que se acepte lo que pide la defensa», señaló Dalmau.
Ante la petición de 710.000 euros de fianza, Vila se declaró insolvente.