Conciertos
Ni amplificadores ni percusión en la calle
Las canciones protesta de los músicos callejeros han hecho su efecto en el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento. La nueva Ordenanza del Ruido sólo prohibirá el uso de la percusión y elementos de amplificación o de reproducción sonora.
De esta forma, los artistas podrán tocar libremente sin autorización en la vía pública siempre y cuando no utilicen alguno de estos medios para sus actuaciones. «En esta ciudad está protegida la actuación musical en la calle con el límite de la percusión y la amplificación». Con estas palabras, Ana Botella se solidarizó con la labor de los músicos, siempre dentro de unos parámetros. La nueva normativa cuenta con una salvedad en aquellas zonas especialmente delimitadas, que previamente se ha comprobado que no se produce perturbación de la convivencia vecinal. De la misma forma, prohibirá el desarrollo de eventos en la calle a una distancia inferior de 150 metros de los centro socio-sanitarios, como son centros de mayores, residencias, centros sanitarios y en centros docentes si el acto se desarrolla en horario escolar. El Ayuntamiento también ha recogido la propuesta de IU por el que la Policía Municipal no requisará los instrumentos y aparatos musicales de los artistas que incumplan la norma. Los músicos temían esta actuación policial porque «los instrumentos son nuestro medio de trabajo y no pueden ser incautados como si fueran armas», como así comentó el portavoz de la Asociación de Músicos de Madrid. No obstante, la desobediencia podrá ser castigada con una sanción de hasta 750 euros.
Músicos aparte, la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica sancionará por primera vez, con multas que oscilan entre 300 y 600 euros, a quienes causen molestias por ruido al practicar «botellón» en horario nocturno –de 23 a 7 horas–, una multa que hasta el momento era «canjeable» por una charla de tres horas sobre los efectos del alcohol en las personas. Por tanto, la nueva normativa también endurecerá las medidas en contra del «botellón» que luchan por impedir que su ruido impida el descanso de los vecinos y atacará el bolsillo de quienes sean ruidosos.
Multas que pueden llegar a 750 euros
La Asociación de Músicos de Madrid considera que las multas son excesivas cuando «el ruido de los coches tuneados son sancionados con 90 euros». Scott A. Singer, portavoz de la AMM, ha mostrado su disgusto por la Ordenanza del Ruido y asegura que seguirán manifestándose. «Abogamos por prohibir partiendo de dos factores: los niveles sonoros y el descanso de los vecinos», explica Singer. «Es absurdo que un trompetista pueda tocar en la calle y una tabla india sea ilegal, por considerarse percusión».
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