Saltos

ANÁLISIS: Qué riesgos corría por Miguel Ángel Paredes

La Razón
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¿Qué dificultades planteaba el reto al deportista austríaco?
–Técnicamente es un reto increíble. Asimismo, también supone un desafío tecnológico ya que utiliza los últimos avances en vuelos espaciales. Gracias a esta tecnología, sabemos que un astronauta puede sobrevivir a esas presiones, aunque no se ha comprobado cómo reacciona el cuerpo ante una caída
semejante.
¿Qué características técnicas podían destacarse de este salto?
–En primer lugar, que el inmenso globo de helio que eleva a Felix tarda cerca de tres horas y media en alcanzar los 36.000 metros establecidos. Por otro lado, para poder realizar un salto como éste, Felix debe estar en condiciones óptimas. Otro punto importante es que la velocidad que puede alcanzar el saltador es de 1.100 kilómetros por hora. Es decir, superar la barrera del sonido, y ningún humano lo ha experimentado. Es lo que se denomina estampido sónico. Y es algo que también es perceptible en los aviones, como un halo en la cola. Otro handicap que se presentaba es la temperatura. A esa altura, el frío no sube de 50 o 60 grados bajo cero. Además, cuanto menor sea la presión, se adquiere más velocidad.
¿Cuáles eran los riesgos a los que se enfrentaba Baumgartner ?
–Felix podía perder la estabilidad debido a la presión. Su cuerpo empezaría a girar a velocidades endiabladas, que oscilarían entre 20 y 30 G. Si se da esta situación, los líquidos de todo su cuerpo se trasladarían a los pies y a la cabeza. Una de las consecuencias más graves es que se pueden reventar los vasos sanguíneos y producirse una hemorragia interna. Para evitar que ocurra, debe mantenerse en posición vertical constantemente, sobre todo una vez supere la velocidad del sonido. Otro de los riesgos era que el paracaídas se hubiera abierto involuntariamente. Si se abre a 25.000 metros de altitud, no terminaría de abrirse y el saltador caería.
¿Qué representa este salto para un deportista?
–Supone lo mismo que para un montañero alcanzar el pico más alto. Para Felix es superar un récord, se lo pide su instinto de superación. Nosotros, los que nos dedicamos a esto, consideramos que es un afortunado. Estoy seguro de que si reculara, al minuto aparecerían 10.000 voluntarios. Y a muchos de ellos, no les importaría pagar 50.000 euros por realizar ese salto.

Miguel Ángel Paredes
Instructor de saltos con oxígeno