Copa del Rey

Ucrania

Trámite resuelto

La Razón
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Pep Guardiola nunca será condenado por desconfiado. Con cuatro goles de ventaja sacó en Ucrania al mejor equipo posible. El partido podía plantearse de modo conservador y, sin embargo, ni siquiera dejó a Messi en el banquillo. Para el entrenador barcelonista el partido trascendental no era el del sábado en el Bernabéu. Consideró que lo importante era sacar adelante la eliminatoria.

Al comienzo, los barcelonistas se limitaron a aguantar los intentos del Shakhtar y dio la impresión de que no eran los de siempre. No tuvo el Barça mayor posesión del balón que el equipo adversario. Jugó a su ritmo y se limitó a dejar pasar los minutos hasta que los ímpetus ucranios comenzaran a flojear. Con un resultado tan favorable en la ida era lógico que quienes pretendían recuperar terreno empezaran a perder la fe a medida que con menos tiempo la hazaña fuera más difícil. Y encima, Valdés desbarató los dos momentos cumbre de los anfitriones.

El Barça tardó veinte minutos en chutar a gol y lo hizo Xavi. A partir de ese momento se hizo con la pelota, Messi tuvo la mejor ocasión y falló en su intento de vaselina goleadora. Cuando el primer tiempo acababa llegó el tanto del propio Messi. Fue la sentencia a falta de medio partido. Guardiola, con la eliminatoria más que resuelta, comenzó a conceder descansos. Xavi, Piqué y Villa fueron al banquillo. Las precauciones llegaron cuando había poco que temer. Fue cuando comenzó a pensar en el Madrid. La eliminatoria, tras el resultado del encuentro de ida, fue puro trámite.