Sevilla

Juan Ignacio Zoido: «Como en casa para evitar excesos»

José Ignacio Zoido es el nuevo alcalde electo de Sevilla. Antes del domingo pasado casi nadie podía imaginar que el Partido Popular pudiera hacerse con la alcaldía de una ciudad históricamente socialista, algunos hasta llegaban a demostrarlo técnicamente. Sin embargo, no sólo ha ganado, sino que arrasó. Ahora toca seguir trabajando.

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-Enhorabuena.
-Gracias. ¿Recuerda que antes de las elecciones le dije que lo íbamos a conseguir? Pues lo hemos hecho.

-¿Qué hizo la noche del triunfo?
-Compartirlo con mi familia, mi equipo y con las cerca de 2.000 personas que fueron nuestros interventores y apoderados.

-Sinceramente, ¿se esperaba una victoria tan amplia?
-Esperaba una victoria amplia, pero no tanto. Sin embargo, mi mujer lo clavó. Decía que esa ilusión que notaba en la gente cuando me veía por la calle me llevaría a una victoria rotunda, incluso llegó a hablar de los 20 concejales que hemos conseguido. Mientras, otros nos llamaban ilusos y decían que una mayoría absoluta del PP en Sevilla era técnicamente imposible. Cómo ve se han equivocado.

-Quizá por eso se ha convertido en el alcalde más popular de España. ¿Eso cómo se lleva?.
-Se lleva muy bien porque no es un triunfo mío, sino de los ciudadanos, que son los que libremente han querido ser los protagonistas de este cambio. Y estoy convencido de que esto no es más que la antesala de lo que ocurrirá en las Autonómicas de Andalucía y también en las generales españolas.

-Han sido cuatro años sin parar: barrio a barrio, calle a calle…¿Cuántas visitas habrá hecho?
-No sabría decirle... Muchas, miles. Cada día hacíamos varias, escuchábamos los problemas, nos reíamos con los vecinos y también se nos escapó alguna lágrima cuando conocimos los dramas de muchas familias. Hemos compartido alegrías y desgracias, y, desde la oposición, intentamos arreglar lo que se podía. Por eso nos han dado ahora su confianza, porque creen que si lo hemos hecho bien en la oposición lo haremos también en el gobierno.

-¿Ha sido mucho el cansancio?
-No. Hay veces que uno se siente bastante cansado y sin fuerzas, pero la verdad es que el aliento de la gente hace que al final te vengas arriba. En los últimos cuatro años he comprobado eso que dicen los ciclistas cuando están subiendo un puerto y no pueden con las piernas: «el público me llevó en volandas». Pues es cierto. El apoyo de la gente hace que el trabajo sea más liviano y que el cansancio termine por desaparecer.

-¿Cómo ha cuidado la comida?
-Yo soy muy elemental en lo que se refiere a mis comidas. Me encantan los huevos fritos acompañados con patatas, los guisos típicos y cosas así. Uno de los secretos para llevar bien ese ritmo de trabajo tan fuerte sin terminar cayendo en los excesos de comida ha sido comer y cenar todos los días en casa. Ese tiempo sirve de relax y te asegura que vas a comer lo que debes. No entiendo eso de las comidas de trabajo: o se come o se trabaja, pero ambas cosas a la vez no es bueno.