Miami
Jorge Drexler: «Soy más ‘‘Mafalda'' que otra cosa»
Profesión: cantante. Nació: en 1964, en Montevideo (Uruguay). Por qué está aquí: se encuentra de gira presentado su espectáculo «Mundo abisal».
–«Mundo abisal». ¿Qué hay en ese mundo profundo?
–Uno mismo.
–¿Usted ha llegado ahí?
–No. He buscado, pero no he llegado al fondo. La cuestión es buscarse, no encontrarse.
–¿Le place asomarse a los abismos, como a Roberto Bolaño?
–Sí. En esta época de andar por la superficie, me place asomarme al fondo.
–¿Es usted bueno en el fondo?
–Todos somos buenos en el fondo, lo que pasa es que algunos lo son en un fondo inaccesible.
–Presenta, dicen, un show valiente e innovador. ¿Es valiente?
–Soy valiente en unas cosas y cobarde en otras. Más que cobarde, miedoso.
–Dicen los que escriben libros de autoayuda que en tiempos de crisis conviene ser valiente e innovador...
–Eso es verdad. La crisis puede ser un incentivo para hacer cosas nuevas. Miles Davis hacía pasar hambre a sus músicos para que tocaran mejor.
–Cumple 20 años de la publicación de su primer disco. ¿Quién le gustaría que saliera de la gran tarta de celebración?
–Leonard Cohen. Creo que a él le encantaría la idea.
–En marzo se estrena su primera película como actor. ¿Es lo que quería ser de mayor?
–Sí, pero todavía no me considero actor. Una película no te hace actor.
–¿Ganar un Oscar a la mejor canción no le sirvió para entrar en EE UU?
–Me pudo servir, pero no lo utilicé. No me planteo vivir en Miami.
–En su show canta «Hermana duda». ¿Duda luego existe?
–La duda es mi mayor motor intelectual.
–«Disneylandia». ¿Es Bambi, Peter Pan, Pinocho o el pato Donald?
–Soy más «Mafalda» que otra cosa.
–«La trama y el desenlace». ¿Intuye el desenlace de la trama actual?
–Vamos a ser más creativos y despiertos. Estábamos dormidos en una burbuja de consumo. Lo vi cuando llegué de mi tierra, que siempre está en crisis. Me dije: esto no puede durar.
–Fue salvavidas en su juventud. ¿Estamos bailando un vals en la cubierta del Titanic?
–La vida es siempre bailar un vals en la cubierta del Titanic.
–O un tango con el capitán del Costa Concordia...
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