Elecciones o vete

Presidente: déjalo ya. Hazlo por España. Y si no te convence, porque tú eso de España no lo ves claro –ahí esta el lío que has montado con los Estatutos–, hazlo por los españoles. Bueno, y por las españolas, que para ti y tus correligionarios da la impresión de que no son lo mismo. Y, si esas dos razones no te persuaden, que para eso eres muy tuyo, hazlo por facilitar un futuro mejor para los tuyos. Pero, por favor, vete. Convoca elecciones ya. Y si no soportas que te suceda Mariano Rajoy, dimite y facilita la Presidencia del Gobierno a Javier Solana o Joaquín Almunia, por poner dos ejemplos de militantes del PSOE. Ya sabes que, para ser el inquilino del Palacio de La Moncloa, no hace falta la condición de diputado o senador. Ellos dos, especialmente el segundo, son de los pocos socialistas que están a la altura de las circunstancias, por cierto de especial gravedad. Saben qué es lo que hay que hacer. Tienen posibilidad de generar confianza en los mercados financieros. En los nacionales y, fundamentalmente, en los internacionales. Porque ése, el de la confianza, es tu problema insalvable. Por tu currículum. Por un lado, has negado y sigues negando la realidad, lo cual te invalida para afrontarla. Y por tu falta de credibilidad nadie te cree. Lo grave es que, por no creerte a ti, ya no creen a nuestro país ni en sus ofertas. Ahí está el fracaso de tu Gobierno, de nuestro Gobierno, en la emisión de deuda por 4.000 millones de euros, que se han visto obligado a comprar las entidades crediticias españolas. Ni una extranjera. O la emisión de la Generalitat de Cataluña, que ha tenido que retirar por falta de clientes por más presiones ejercidas. Así es la vida.