Dos detenidas por maltratar y robar hasta 600000 euros a las ancianas que cuidaban

Así, las arrestadas saquearon las cuentas bancarias de las víctimas apoderándose de más de 300.000 euros, se apropiaron de sus joyas, muebles y cuadros por un importe similar y el perjuicio patrimonial llegó hasta tal punto que provocó el traslado de las dos hermanas octogenarias desde su vivienda a otra en peores condiciones.

En concreto, pasaron de su lugar de residencia, un piso de 150 metros cuadrados en el distrito de Salamanca de la capital madrileña a otro de 60 metros cuadrados ubicado en el distrito de Carabanchel de la capital, donde además se vieron obligadas a compartir vivienda con otras cuatro personas.

La investigación comenzó a principios de año a raíz de la denuncia interpuesta en la Comisaría de Hortaleza por un familiar de las ancianas. El pariente afirmaba tener sospechas de que las octogenarias venían sufriendo malos tratos por parte de sus cuidadoras. Igualmente creía que estas mujeres se habían apoderado del dinero y de las joyas que sus familiares poseían.

Los agentes solicitaron, con autorización judicial, información a varias entidades bancarias, de los movimientos de las cuentas tanto de las investigadas como de las perjudicadas, así como valores, acciones, cajas de seguridad o activos financieros que pudieran poseer.

También se obtuvieron datos sobre registros a nombre de las detenidas, relativos a transferencias internacionales y medios de pago realizados con el exterior. Con la información obtenida y las declaraciones prestadas por los testigos, los investigadores confirmaron que Ana Feliz G.A.., de 50 años y su hija Bibiana Andrea A.G., de 27 años, fueron contratadas para cuidar a las dos ancianas en 2005.

Transcurridos seis meses, se empezaron a realizar reintegros considerables en sus cuentas que superaron los 300.000 euros durante estos cinco años. Igualmente, constataron que remitían parte de este dinero a Colombia mediante transferencias internacionales. Además del dinero en efectivo, ambas sustrajeron numerosas joyas de gran valor, junto con muebles y cuadros considerados como antigüedades, pudiendo alcanzar la cifra total de 600.000 euros.

Madre e hija, tras apoderarse paulatinamente de los bienes de las dos hermanas ancianas, fueron mermando su calidad de vida hasta que se vieron obligadas a cambiar su residencia de un piso de 150 metros cuadrados en el distrito de Salamanca de Madrid a otro de 60 metros cuadrados ubicado en el distrito de Carabanchel de la capital, donde además se vieron obligadas a compartir vivienda con otras cuatro personas.

La convivencia en este piso se hacía todavía más complicada si cabe ya que una de las dos ancianas debía permanecer 24 horas en la cama debido a su enfermedad. La investigación ha sido llevada a cabo por agentes del grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Hortaleza.