Vigo
«El asesino de mi hijo por fin se va a la cárcel»
Han tenido que pasar más de cuatro años, pero las familias de Isaac Pérez y Julio Anderson, la pareja de homosexuales asesinados en su domicilio de Vigo en 2006, sintieron ayer que por fin se hacía justicia. El acusado de matarles de 57 puñaladas, Jacobo Piñeiro, fue condenado por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, a 58 años de prisión: 20 por cada asesinato y 18 por un delito de incendio, pues tras cometer los crímenes prendió fuego al apartamento.
La sentencia se basa en el veredicto dictado por un jurado popular hace tres semanas. El jurado consideró por unanimidad a Piñeiro culpable y, tal y como recoge ahora la sentencia, no apreció «circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal», porque el jurado rechazó las eximentes que planteaba la defensa: miedo insuperable a ser violado, legítima defensa e intoxicación por alcohol y drogas. Algo que sí se había considerado en el juicio anterior, en el que Piñeiro sólo fue condenado por el incendio por un jurado y que, posteriormente, fue anulado.
Marta Pérez, la madre de una de las víctimas, se declaró ayer «feliz» tras conocer el fallo, que calificó de «muy bueno», y proclamó que «el asesino por fin se va a la cárcel». Pérez, además, reclamó que el asesino cumpla «al menos 20 años» de la condena.
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