FC Barcelona

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Así jugó el Real Madrid en la final de la Copa del Rey frente al Barcelona el 21 de abril de 2011

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Iker Casillas (3): era su espina clavada, la final de Copa, el título que le faltaba por conseguir en su largo historial de éxitos. No realizó su primera parada salvadora hasta el minuto 75. Disfrutó de la intensidad de su equipo en la primera parte. Atento por si tenía que salir con rapidez ante un balón en largo por su adelantada defensa. Su agobio creció en el segundo acto. Cuando su equipo reculó apareció ante un disparo potente raso de Leo Messi, uno colocado de Pedro y una manopla milagrosa a remate de Iniesta. Álvaro Arbeloa (2): fue el ejemplo de la intensidad con la que José Mourinho quería que sus jugadores saltasen al terreno de juego. Se emparejó con David Villa. De amigos en la selección a enemigos en un duelo en el que saltaron chispas. Especialmente tras propinar un pisotón al ‘Guaje’ que generó una tangana. Muy serio y agresivo en labores defensivas. Aportación ofensiva escasa. No era su función. Sergio Ramos (3): pasó al centro de la defensa y se convirtió en el jefe de la zaga blanca. Máxima concentración para medir cada acción al corte ante la velocidad de Leo Messi. Fuerte en el juego defensivo aéreo, tiró de la defensa hacia adelante para no recular y dar metros al Barcelona. Con su valentía habitual se peleó en cada acción. Se dejó el alma hasta el último segundo. Ricardo Carvalho (3): fue el mariscal blanco. Realizó un partido intenso, muy centrado en los balones largos consciente de que al Real Madrid jugar más adelantado, la velocidad de sus rivales podía ser clave a sus espaldas. Su único despiste defensivo fue con el balón en los pies, al ceder un córner en una acción sin peligro en la que dudó. Su figura creció cuando el Real Madrid pasó los momentos de agobio en la segunda parte. Dio una lección de salir al corte. Es la cuarta final de Copa consecutiva que gana. Marcelo (2): no sufrió ante la imponente banda derecha del Barcelona, con las incorporaciones de Dani Álves ni cuando Leo Messi caía a su banda. Muy fuerte físicamente se centró en defender antes que en ser un factor sorpresa en ataque. Mourinho ha mejorado sus antiguas carencias defensivas. Xabi Alonso (2): fue el timón del Real Madrid. El enganche. El jugador sobre el que giró el equipo. Revolucionado cambió su tranquilidad habitual por una actitud de presión continua al colegiado. Recibió cartulina amarilla por una durísima entrada a Leo Messi. Su misión no fue tocar en corto sino ver los desmarques de sus compañeros. Dejó uno de los pases del partido a Cristiano. Pepe (2): su posición es la clave de los clásicos. De medio centro muestra la intensidad de presión a sus compañeros. Hoy adelantó su posición para asfixiar a Xavi mientras le duraron las fuerzas. Estuvo en todas las partes del campo donde había lucha. En la segunda parte retrasó metros, condicionado por una cartulina amarilla, el Real Madrid lo notó. Sami Khedira (1): muy fuerte en labores defensivas de destrucción. Entradas acertadas para cortar el fútbol del Barcelona. Poca aportación en ataque, apenas se descolgó cuando el tridente ofensivo lo necesitó. Su esfuerzo en tareas menos visibles le hizo caer lesionado y pedir el cambio. Llegó muy justo al partido. Ángel Di María (3): realizó un desgaste físico grandioso. Para frenar defensivamente a Dani Álves y para buscarle las cosquillas en ataque. Fue de más a menos pero acabó engrandeciendo su noche con el pase del gol a Cristiano. En la primera parte brilló en el desborde en carrera, explotando su velocidad en el contragolpe. Desapareció cuando su equipo se encerró en su terreno. Rozó el gol a dos minutos del final con un derechazo que sacó Pinto y se inventó el centro de la jugada que decidió la final. Fue expulsado en el último segundo del partido por doble amarilla. Mesut Özil (1): su entrada en escena fue la gran novedad del equipo titular de Mourinho. Puso la calidad en el pase en el juego vertiginoso inicial. Se fue diluyendo y fundido físicamente dejó su puesto en el minuto 70 a Adebayor. Dejó gestos de la calidad que atesora pero le faltó remate. Cristiano Ronaldo (3): de villano a héroe en los clásicos. Cumplió su sueño de convertirse en el salvador del madridismo en una final con un testarazo a la escuadra en la prórroga, en el minuto 103, que dejó en el olvido gestos a compañeros o poca participación defensiva. Fue la referencia ofensiva del Real Madrid. Pinto le sacó dos y a la tercera tocó la gloria. Vivió la primera bronca pública de Mourinho por una acción en la que se quedó en el césped pidiendo falta y no ayudó defensivamente. Emmanuel Adebayor (2): en el campo desde el minuto 70, salió para fijar a los centrales rivales, aguantar el esférico y asociarse con Cristiano en los contraataques. Cumplió con lo encomendado por su entrenador y no dispuso de ninguna ocasión. Vio la cartulina amarilla por una acción en la que el árbitro interpretó un golpe en carrera a Mascherano. Esteban Granero (1): entró en el minuto 104 por Khedira y su participación fue escasa. El partido entró en una fase en la que intentó aportar su calidad con el balón pero la misión principal fue defender el resultado. Ezequiel Garay (-): entró en los últimos segundos del partido por Carvalho. No tuvo participación en la final.