Su apoderado asegura que «la vuelta a los ruedos no está aún planeada»

Pese a las declaraciones ayer mismo de su apoderado Salvador Boix afirmando que, «aunque hace vida casi normal, no hay nada planeado», las empresas de las primeras ferias del año se frotan las manos con la posibilidad de que José Tomás regrese en los cosos que gestionan. Una opción, cara eso sí, que se convertirá en el premio gordo para el que consiga llevarse el gato, madrileño de Galapagar, al ruedo. Así, Olivenza, Castellón, Valencia o incluso Madrid podrían ser candidatas al regreso del Dios del toreo, siempre y cuando no surja la llamada del otro lado del Atlántico para ceñirse el traje de luces. Ese mismo que un toro azteca caló el pasado abril para cercenar de raíz la ilusión de la Fiesta en forma de grave cornada en el triángulo de Scarpa.