Actualidad
Larrañaga lleva dos meses en la UCI por Jesús Mariñas
El actor, que acaba de cumplir 74 años, lleva ya dos meses de internamiento y cuidados intensivos, pero cada lunes, sus familiares tienen la esperanza renovada, constante y mantenida de que «esta semana, al fin, sea trasladado a planta». Está siendo una larga espera y sus tres hijos no le dejan solo ni un momento, mientras que a la pequeña Paula, de cinco años, aún no le han contado cómo se encuentra su padre.Hacen lo correcto, es mejor mantenerla al margen y siguen contándole aquello de que se «ha ido de viaje a un sitio sin cobertura telefónica». Bendita inocencia. Así evitará la angustia que vive el resto de la familia, ahora más unida que nunca. Incluso Amparo Rivelles, tronco dinástico inextinguible como mito hispanoamericano y protagonista de incontables culebrones cuando aquí aun no se veían, sufre con la espera, que en ocasiones desespera. «Carlos fue un regalo que me hizo mi madre encomendándomelo cuando era un niño», dice. Tiempos aquellos en los que las grandes compañías españolas hacían las Américas y María Fernanda pasaba prolongadas temporadas en una Habana entonces pujante, nada que ver con la actual, derruida por el castrismo.
Amparo tenía allí una casa permanente en El Vedado y coincidía con Lola Flores y la inolvidable Olga Guillot, otro mito del bolero que animó a la Rivelles a grabar un disco. Es inolvidable su versión de «Somos dos barquitos....», cantada como nadie lo había hecho hasta ese momento. Además, Luis Merlo la acaba de sorprender llevándole una versión de «La mujer X», realizada en Hollywood cuando hacían versiones dobles para el mercado latino. Eran los años 30 del siglo pasado cuadno doña María la interpretó con Rafael Rivelles en la meca de Los Ángeles, en la que convivían Chaplin, Mihura y López Rubio. Qué gran época de la expansión del español. Igualito que ahora...
A ver si de verdad esta semana Carlos abandona la UCI, porque ya lleva un largo tiempo en el hospital malagueño. Primero fue el tumor de vejiga, luego vinieron las complicaciones pulmonares y, ahora, una larga recuperación a la que Larrañaga pone mucho corazón, como el conquistador infatigable que siempre fue. Algún día desvelaré las técnicas que utilizaba a modo de escuela de seducción. Nadie se le resistió. «El otro día preguntó dónde estaba yo, aunque todavía no quiere verme. Sólo esta bien con nuestra hija Amparo, que es su ojo derecho. Carlos lleva seis días sin complicaciones ni imprevistos, de ahí nuestra confianza. Mantengo la ilusión de reaparecer juntos en la Semana Grande de San Sebastián y Bilbao», me cuenta la Merlo. «Por eso rechazo ofertas. Ya ves, cincuenta años después de casarnos y 35 tras la separación y seguimos siendo íntimos amigos. Conociendo a Carlos, querrá vermos –lo mismo ocurre en el caso de Ana Escribano– cuando se haya recuperado y esté con la corbata puesta», añade. Genio y figura.
✕
Accede a tu cuenta para comentar