Londres

Atletismo / Nuria Fernández salva los muebles

Nuria, a la derecha de la imagen, demostró que tiene experiencia y corrió con mucha cabeza en su serie de 1.500. Terminó cuarta
Nuria, a la derecha de la imagen, demostró que tiene experiencia y corrió con mucha cabeza en su serie de 1.500. Terminó cuartalarazon

LONDRES- Cara y cruz en las rondas eliminatorias de los 1.500 féminas. Nuria Fernández ganó plaza en semifinales, la catalana Natalia Rodríguez y la aragonesa Isabel Macías se quedaron fuera. Nuria terminó cuarta en su serie. Se clasificaban seis de cada una de las tres y otra media docena por tiempos. Ni Natalia ni Isabel merecieron el crédito y finalmente no lo obtuvieron.
Las diferencias entre la actuación de los atletas españoles en los 1.500 masculinos y femeninos han sido dos: ellos competían por primera vez en unos Juegos, están tiernos y ninguno de los tres entró en semifinales. Es un fracaso, sin paliativos.
Entre ellas, Nuria Fernández, quien, en su tercera cita olímpica, salvó los muebles, aunque a duras penas, y logró la clasificación. Terminó agotada, pero satisfecha: «Y feliz. Hace 18 días tenía roto el gemelo izquierdo». De ahí su aparición en pista, con unas llamativas medias blancas hasta la rodilla para prevenir una recaída.
Por cómo entró en meta, posiblemente Natalia Rodríguez, cuartos Juegos, sexta en Pekín, bronce en el Mundial de Daegu (2011), no debió haber hecho el viaje. La tarraconense ha pasado un año calamitoso. No competía desde septiembre de 2011, sufrió una lesión de tobillo y una trombosis, que le bajó el tono muscular, en enero y no se recuperó hasta marzo. «Salí con mucho miedo –reconocía con las lágrimas a punto de brotar–. No sabía cómo iba a responder, me lo jugaba a todo o nada, me ha faltado competición y nivel mental, por tanto, seguridad…». Y aún decía que no sabía por qué no se había encontrado bien. Sencillo: no estaba debidamente preparada.
Así como Nuria corrió en cabeza durante 1.200 metros, marcando el ritmo que le convenía, llevaba la iniciativa y ni siquiera se arredró cuando en los últimos 400 se vio encerrada y hubo de hacer un esfuerzo suplementario –temió por su gemelo– para finalizar cuarta. Así como Nuria se vació, Natalia se hundió cuando a medio kilómetro la adelantaban. No estaba para correr. No estaba para competir en Londres.
La atleta madrileña, nacida ern Lucerna, se mete en su tercera semifinal olímpica por méritos propios y por su saber comportarse en la pista apoyada en su experiencia. La aragonesa Isabel Macías, que llegó a Londres gracias a su marca personal, 4:04:84, casi 7 segundos más que Genzebe Dibaba, que lloraba de dolor al cruzar la meta por una rotura fibrilar, entró décimosegunda, desfondada y sin posibilidades. En Río tendrá 32 años, no pierde la esperanza.


En 800, pasan los tres
Kevin López y Manuel Antonio Reina se metieron en semifinales con holgura; Luis Alberto Marco, en cambio, entró por la descalificación del kuwaití Al-Azemi, tercero en su serie por delante del sevillano. Casañas pasó ronda en disco, con 63,76 metros, y con 63,40 Mario Pestano se quedó fuera. Otra decepción.