Barcelona

Cuatro de los seis grapos juzgados niegan pertenecer a la banda

Cuatro de los seis presuntos miembros de los Grapo juzgados en relación con el hallazgo de dos zulos con armas en Ricote (Murcia) y Areyns de Munt (Barcelona) han negado hoy en la Audiencia Nacional su pertenencia a la banda terrorista.

Lucio García Blanco, José Francisco Cela Seoane, Isabel María Aparicio y Manuel Ramón Arango han insistido hoy ante el tribunal en que su militancia en el PCE(r) (Partido Comunista de España Reconstituido) es incompatible con la pertenencia a los Grapo.

Por el contrario, los otros dos acusados -Israel Clemente López y Jorge García Vidal- ya condenados por pertenencia a la banda han admitido su militancia, así como la tenencia de armas.

La Fiscalía pide entre 11 y 23 años de prisión para los seis acusados, a los que imputa integración en organización terrorista -a los cuatro que aún no han sido condenados por este delito-, falsificación de documentos, tenencia ilícita de armas -a Clemente y García Blanci- y depósito de sustancias o aparatos explosivos con fines terroristas.

Los seis acusados fueron detenidos en Barcelona el 6 de junio de 2007, tras lo que, según la fiscal, Israel Clemente López y Lucio García facilitaron la localización de ambos zulos.

En el zulo de Ricote, del que presuntamente Clemente López era responsable, fueron hallados 900 gramos de azufre, un revólver, una pistola y cartuchos.

En el de Arenys de Munt se intervino un revólver con la marca, modelo y números borrados y la empuñadura de madera cubierta de esparadrapo, así como munición.

El revólver fue empleado para disparar a Francisco Colell, esposo de la empresaria Ana Isabel Herrero, asesinada por los Grapo el 6 de febrero de 2006 en Zaragoza, atentado por el que la Audiencia Nacional condenó a penas de entre 79 años y 82 años de prisión a Clemente, García Vidal y Juan García Martín, sostiene el Ministerio Público.

Durante sus declaraciones, en las que se han negado a contestar a las preguntas de la fiscal y la acusación particular y sólo lo han hecho a las de sus defensas, han negado haber recopilado información sobre posibles objetivos o participado en la preparación de explosivos.

Algunos de los acusados han asegurado que sufrieron malos tratos policiales, lo que han negado los agentes de la Guardia Civil que participaron en sus detenciones y que han declarado hoy como testigos.