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Agustín el hombro en el que lloraba Valladares

Sus hermanas, su sobrina y su amigo le acompañaron hasta el último momento

Agustín el hombro en el que lloraba Valladares
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Nadie habla mal de Paco Valladares. A pesar de llevar en el mundo del espectáculo desde los años 50 no tenía ningún enemigo en la profesión. En 1956 empezó a trabajar en Televisión Española, donde conoció a Laura Valenzuela. «En el plató sólo había una cámara y teníamos que poner ingenio más que otra cosa. Me ayudó mucho». En aquella época también se cruzó en su camino Concha Velasco. «Él era doblador, la voz española de grandes estrellas internacionales como Richard Burton o Clint Eastwood», explica Concha. «Él fue quien me enseñó a vocalizar de tal forma que se me entendiera a la perfección». A partir de ahí, Paco y Concha se convirtieron en grandes amigos, al igual que María Teresa Campos, con la que trabajó en varios programas. «Jamás tuvimos una discusión por un guión, siempre estábamos de acuerdo en todo», relata la presentadora.

Una amistad en la sombra
Pero además de estas amigas conocidas por todos, había alguien más. Un amigo discreto, entrañable, que permaneció siempre en un segundo plano, que fue su confidente y estuvo a su lado hasta el final: Agustín Frontán. Una persona que tal y como declaró Concha Velasco a este periódico, se ha convertido en una «institución» en el mundo del teatro sin ser actor. Agustín y Paco se conocieron en 1966 y desde entonces surgió una amistad infranqueable que les mantuvo unidos hasta el pasado 17 de marzo, cuando falleció el artista. Frontán cuenta que fue «admirable» cómo llevó Valladares su enfermedad. «Fue muy valiente, nunca confesó si tuvo miedo». La tranquilidad que le queda es que Paco no sufrió. «Le sedaron, por lo menos sabemos que no tuvo dolor. Cuando murió estábamos en la habitación sus hermanas Inma y Carmen, su sobrina Ana y yo. Son como mi familia, de hecho soy el padrino de dos sobrinos de Paco». Agustín recuerda emocionado el momento del tanatorio: «Su sobrina leyó unas palabras y pusieron poemas recitados por él. Acabamos todos llorando». Estos días están resultando «duros» para Agustín, pero asegura que se siente «orgulloso» de cómo se están portando con él, en especial Concha Velasco, «que me llama todas las noches, aunque ella también está afectada».


Éxito sin premios
A pesar de su larga trayectoria en cine, teatro y televisión, sus amigos y compañeros consideran que Valladares no recibió todos los premios que merecía. Él nunca lo comentó en público, pero en privado se lamentaba del escaso reconocimiento que tuvo por parte de las instituciones.