El alcalde «puentea» a Espadas: «La pasarela de la Cartuja es necesaria»

Monteseirín no tiene piscina en Long Island, pero quiere «un puente» en la Cartuja y en la pugna con sonrisa semiforzada entre alcalde y alcaldable recuerda que –aún– él toma las decisiones. Por más que Juan Espadas diga que una nueva conexión entre la Cartuja y el Casco Histórico «no es prioritaria» y vaya a pasarse por el Ayuntamiento en plan asesor y esto le haga la misma gracia que a Fernando VII que José Bonaparte –impuesto por un poder «napoleónico» superior, encarnado en el partido y Viera como cabeza visible– se pasara por palacio a marcarle el camino. «No es prioritaria» –admitió Monteseirín–, «pero es necesaria», apostilló, en un discurso de corte liberal, como el cariz que adquirió el abdicado monarca con el tiempo.

La querencia a vivir contracorriente de Monteseirín no deja de sorprender en el seno del PSOE. En los pasillos del partido se preguntan «por qué sale el alcalde con esto ahora» y saben que se podrá acusar de muchas cosas al regidor, pero no de manejable. «El puente está planteado hace tiempo y programado en el PGOU», explicó ayer el munícipe. (De hecho, lo prometió en 2004 y en su programa electoral de 2007). «Y se ha retomado a propuesta privada y, con la que está cayendo, no lo vamos a rechazar», añadió Monteseirín.

El objetivo del alcalde –y la negociación está «muy avanzada»– es que Cajasol, como máximo accionista de Isla Mágica, y Barceló asuman «en su totalidad» los entre 10 y 11 millones que supone la construcción de un puente entre la Cartuja y la calle José Díaz. A cambio, el Ayuntamiento dará «facilidades» para «una reordenación urbanística factible y nada contradictoria con el PGOU». La entidad bancaria pretende «crear un entorno comercial alrededor del parque temático» y Barceló «ampliar sus instalaciones». Del diseño y el cronograma de la infraestructura nada hay cerrado o, al menos, público. «Ya veremos las características».

«El objetivo es mejorar la conexión con la Cartuja, pero el puente no es la solución», concedió Monteseirín a Espadas. (Su futuro político aún está en el aire). Se precisa «el cercanías, el metro, el coche eléctrico, parkings, zonas residenciales para investigadores...». «El puente no es prioritario, pero es necesario, como un elemento más» en la «estrategia de conexión», explicó el regidor. «Aquí y ahora viene muy bien esa inversión. La rentabilidad de la iniciativa privada coincide con la de la ciudad. Ha llegado la hora, pasa el tren y hay que cogerlo», subrayó Monteseirín, al tiempo que ofreció «la disponibilidad del Ayuntamiento» para «cualquier otra empresa que, respetando el modelo de ciudad, potenciando la creación de empleo y creando riqueza, apueste por Sevilla». El liberalismo socialista en los tiempos de la crisis y de «la cólera» del partido.