Murcia

OPINIÓN: Mujeres encerradas

La Razón
La RazónLa Razón

En todas las culturas hay hombres que encierran durante años a mujeres, por motivos que sólo tienen legitimidad y sentido en sus enfermizas cabezas. El último caso difundido es el de la palestina encerrada en un aseo desde los 11 a los 20 años, con un colchón, una manta y una cuchilla. Su padre y su madrastra la animaban a suicidarse. Hoy ella, en un humilde cuarto en casa de una tía, afirma que las personas no valoran su libertad, la posibilidad de sentir el sol y la brisa, ese cuartito le parece «el paraíso». Otro brutal encierro se prolongó varias décadas en Austria, el monstruo de Amstetten, que violaba y golpeaba a su hija brutalmente, tuvo hijos-nietos con ella: cruel, repugnante, malicioso y terrible. En Turín, un padre violó sistemáticamente a su hija durante 25 años, presa en un cuartucho sin luz eléctrica; también la violaba su hermano, que igualmente ha violado a sus propias hijas. Un campesino colombiano violó a su hija durante treinta años. En USA un hombre encerró 2 años en el baño a su mujer; tanto tiempo estuvo sentada en el inodoro que se le ulceraron las piernas y se le adhirió la piel al váter, hubo que quitárselo con palanca, se le dañaron las piernas. Un español encerró a una chica paraguaya 2 años; cuando la rescataron llevaba 2 semanas sin comer ni beber, vivía rodeada de basura y putrefacción. Otro caso hubo de 18 años de secuestro con violaciones, y 2 hijas resultantes de los abusos. Lo hacen hombres de todas las culturas y religiones. Doloroso, sin sentido, pero suscitando turbadoras incógnitas: ¿Por qué no leemos casos de mujeres que encierren a hombres durante años? Aunque sea un asunto de individuo, y no de su género, nada resuelve la pregunta.