Salamanca
Es tiempo de matanzas por César LUMBRERAS
«Es una buena ocasión para acercarse a degustar los productos derivados del cerdo y de este ritual matancero y, a la vez, visitar algunas zonas»
Es tiempo de matanzas. Cada vez son más los hosteleros que aprovechan esta circunstancia para organizar fiestas alrededor de este ritual de la matanza del cerdo, aunque ya no se ve ese hecho concreto, que para muchos resultaría desagradable. Se trata de una buena ocasión para acercarse a degustar los productos derivados del cerdo y de este ritual matancero y, a la vez, visitar algunas zonas que guardan grandes tesoros monumentales. Es el caso de Burgo de Osma, en la provincia de Soria. Allí está oficiando todos los fines de semana Gil, en su hotel restaurante Virrey Palafox, con un menú pantagruélico. Antes o después hay que buscar tiempo para pasear por sus calles y ver detenidamente la gran Catedral y su museo. Ya que estamos por la zona merece la pena acercarse hasta San Esteban de Gormaz, visitar sus iglesias y degustar un asado de lechazo de la raza ojalada.
En la venta Magullo, situada en las afueras de Segovia también se han puesto a la tarea y llevan ya unas cuantas semanas organizando almuerzos que giran en torno a este rito tradicional. ¿Qué decir de Segovia, que no se haya dicho o escrito ya? Es un recorrido por la historia, desde la época de los romanos hasta ahora, desde el Acueducto hasta la Catedral, el Alcázar, su Plaza Mayor y sus numerosas iglesias que bien merecen una visita. A un tiro de piedra está la Granja de San Ildefonso. Y de Segovia hasta la provincia de Salamanca, porque en Guijuelo Jesús Merino está a punto de comenzar sus tradicionales jornadas de la matanza en su restaurante Barbacoa la Amistad. En esta villa chacinera todo gira en torno el cerdo ibérico. Es una buena ocasión para volver a casa cargado de productos curados comprados en su origen.
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