JMJ de Río
Nuestro patrono por Yago DE LA CIERVA
Al patrono se le pide todo aquello que uno no llega con sus propias fuerzas: el artista, los medios para vivir y crear; el promotor de una obra benéfica, la apertura de puertas de filántropos; el rector universitario, consejos para la larga distancia; los perseguidos, la protección del enemigo superior en fuerzas. Ser patrono es ser defensor, protector, amparador, como define el diccionario de la Real Academia.
Juan Pablo II es patrono de la Jornada Mundial de la Juventud en todos esos sentidos, pero de un modo distinto al habitual. Es al mismo tiempo patrono y artista creador de esta multitudinaria reunión de jóvenes, que sacó de la nada contra viento y marea, frente a los que pensaban que un Papa tenía cosas más importantes que hacer que escuchar a los jóvenes, hablarles y hasta llevar el ritmo de la música.
Es simultáneamente patrono y promotor de esta iniciativa, que integra a tantos jóvenes de países desfavorecidos en una corriente universal, y consigue los fondos para pueda organizarse. Es patrono y rector a un tiempo, maestro en la educación de la juventud, a la que pide que no se conforme con ser mediocre, que ambicione a lo más alto, la santidad.
Es protector de los que llevan el mensaje de Cristo a las nuevas generaciones, frente a los embates externos de los que quisieran que la Iglesia hablara sólo en las iglesias, y al miedo interno del que se avergüenza a predicar el Evangelio completo.
Yago de la Cierva
Director Ejecutivo de la Jornada Mundial de la Juventud 2011
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