Crisis del PSOE
Un nuevo escándalo acaba con la presidencia de Oliart
Esta vez sí. Ayer fue de verdad. Alberto Oliart, presidente de la Corporación RTVE presentó su dimisión. En serio. Cuando comenzó la reunión del consejo de administración de RTVE anunció su intención.
Resultaba bastante creíble dado el escándalo que había saltado el día anterior al conocerse que el ente público había dado una concesión para un servicio a una empresa cuyo administrador único es Pablo Oliart, su hijo. Aún así, hasta que dicha reunión finalizó y a las redacciones llegó el comunicado de RTVE anunciando la dimisión, quedaban ciertas dudas. Porque ésta no es la primera, ni la segunda vez que Alberto Oliart anuncia que dimite. Era, según Ramón Moreno, portavoz del PP en la comisión de control de RTVE del Congreso, una dimisión anunciada, «llevaba diciéndolo ocho meses, cada vez se le llevaba la contraria amenazaba con la dimisión».
Hace meses, efectivamente, que la situación de Oliart empezaba a ser insostenible. Desde sectores tan diferentes como PP y CC OO se ofrece la misma versión de esta salida: el presidente se ha visto, desde hace tiempo, suficientemente acorralado con asuntos como la «colocación» de familiares en RTVE, los negocios con las que Moreno define como «productoras de los amigos de Zapatero» –refiriéndose a Mediapro– o la inestable situación interna. El contrato que RTVE firmó recientemente con la empresa de la cual el hijo de Oliart es administrador único ha venido a agravar, más si cabe, la situación. «Se ha encontrado en un callejón sin salida, el futuro incierto es lo que le ha llevado a la dimisión», sentencia Ramón Moreno.
¿Y ahora qué?
La tan deseada salida de Oliart –había perdido ya los apoyos, no sólo los del partido popular, también de algunos sindicatos, e incluso el PSOE se vio obligado a votar contra la permanencia de Mediapro y «España directo»– deja tras de sí una tremenda polémica. Tanta como la que le acompañó durante sus años de mandato.
Tras finalizar el consejo de administración celebrado ayer y ya sin presidente, es el propio consejo quien, según establece la ley, asume la dirección ejecutiva de la Corporación, hasta que el Congreso de los Diputados nombre un nuevo presidente, según un comunicado de RTVE.
El consejo debería nombrar un presidente interino hasta que las Cortes decidan el nombramiento definitivo pero, por el momento, el consejo de administración lo que hizo ayer fue pedir un informe a la Abogacía del Estado para ver si hace o no dicho nombramiento. El porqué de esa solicitud es muy sencillo: la ley –que «el PSOE presentó como la solución a todos los males», según Moreno– no contempla el supuesto de la dimisión del presidente, de modo que no está muy claro qué se debe hacer.
Cortina de humo
Mientras, la imagen de desastre, de desgobierno y de improvisación es la que reina. No sólo algunos consejeros y el PP han puesto en este asunto el acento. También los sindicatos. CC OO expresó su «preocupación por la situación de interinidad» de la empresa y denuncia que «es la plantilla la que más sufre» estas decisiones precipitadas.
A las críticas y reacciones a la dimisión de Oliart se suman las especulaciones y rumores. Quien más y quien menos ha pensado en la «oportunidad» de esta dimisión, que se produce precisamente el día en el que salta el escándalo sobre el contrato con la empresa de Pablo Oliart. Y, puestos a pensar, ¿no podría ser que el puesto quede vacante ahora para «colocar» a un presidente «rubalcabista»? Hay quien se atreve a mencionar a Socaluga como futuro presidente.
Especulaciones aparte, el popular Ramón Moreno les pide a los consejeros «que no se dejen llevar por mayorías ideológicas sino por el bien de RTVE porque, aunque el PSOE trendría mayoría, creo que esta crisis no se debe resolver con 6 votos a favor y 5 en contra».
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