«Si nos desalojan ocuparemos todos los rectorados»

BARCELONA- Seis cámaras de televisión y tres unidades móviles de radio se apostan al mediodía a las puertas de la Universidad de Barcelona. En la resaca de los altercados que arrasaron el centro de la ciudad, todavía se pueden observar las consecuencias de la agitación social del día anterior. Uno de los coches de Catalunya Ràdio aún conserva el «Yo manipulo» pintado con spray en el capó. Un estudiante, de la Facultad de Historia del Raval, conversa con una periodista y le agradece el haber podido irrumpir en una emisora de la Cadena Ser el día anterior. Otros jóvenes dialogan con un reportero sobre el uso de las imágenes en televisión en posibles futuras detenciones. Algunos miran su móvil y comentan que en el campus de la Autónoma (UAB) han vuelto a cortar el tráfico y han destrozado una tienda durante la mañana.

Ha pasado un día desde que unos 300 estudiantes «okupasen» el vestíbulo del rectorado de la UB. Tiempo suficiente para pasar la noche, realizar dos asambleas a las que han asistido más de 300 alumnos e iniciar la «autogestión» a través de cinco comisiones –difusión, logística, cocina, contenido y poesía–, que recuerda al funcionamiento de plaza Catalunya en el auge del 15-M. En «cocina», y junto a un colchón desgastado, un joven no deja de hacer bocadillos. Pocos minutos antes, la última asamblea había decidido permanecer en el edificio aún a sabiendas de que el rector había pedido el desalojo a los Mossos. No se condena la violencia del día anterior y sí se critica la actuación «desmedida» de los agentes.

«Dicen en Twitter que si nos desalojan, ocuparemos todos los rectorados», le dice una joven que porta un saco de dormir a otra en la puerta de la facultad mientras apura un cigarrillo. La «primavera caliente» sigue en marcha.