Cristina se apaga para brillar

Hace tiempo que dejó atrás esa imagen frívola y exuberante que lucía cuando acompañaba a su marido en los mítines. En plena madurez política, ocupando el sillón de la presidencia y a 24 horas de enfrentarse a unas nuevas elecciones presidenciales en Argentina, Cristina Fernández de Kirchner aparece ahora con un estilismo más suave y relajado, en el que el negro es el protagonista indispensable. Aunque en la tradición popular argentina se suele conservar el luto sólo durante las dos semanas siguientes al fallecimiento del ser querido, el próximo 27 de octubre se conmemora el primer aniversario de la muerte de Nestor Kirchner y Cristina aún conserva su rigurosa imagen de viuda. Eso sí, sigue siendo una mujer estilosa que no escatima en gastos: a la vista están los 110.000 dólares (unos 80.000 euros) que se gastó comprando veinte pares de zapatos durante la Asamblea General de la ONU que se celebró en Nueva York, a finales de septiembre. Sin embargo, en este último año, la popularidad de Cristina ha ido en aumento hasta el punto de que, como señala el asesor de imagen y consultor político Airam Pérez, «en cuanto a datos de valoración personal Cristina ha pasado de un 30% de aceptación de su gestión a un 70-80. Asimismo, la intención de votos ronda el 49-55% para estas elecciones, mientras que el segundo candidato está en un18. Va arrasar y se espera que gane en la primera vuelta y de forma contundente».

Uno de los aciertos de la campaña presidencial de Kirchner es que ha estado muy bien asesorada. «En la anterior legislatura ha cometido errores en la forma de canalizar la crsis del sector agrario, pero desde la muerte de su marido ha salido reforzada,dejando atrás esa imagen de primera dama que tenía en vida de Nestor. Ha conseguido reforzar la imagen de líder fuerte, capaz de lidiar con cualquier problema» comenta el asesor.

Aunque su look, ahora más contenido, ha sido valorado por expertos en estilo de una forma coherente a su cargo, los expertos en marketing político no dudan en señalar que detrás del negro se esconde una estrategia de imagen. «Hay una permancencia del luto intencionada. Tras la muerte de su marido, y aprovechando ese momento de cierta fragilidad, Cristina ha sabido ganarse el voto de los que antes no se lo confiaban. Además, es una gran oradora, ya que fue durante muchos años senadora y en Argentina no usan papeles ni anotaciones. Su discurso es todo de memoria e improvisado», explica Airam.

Cambio radical
Kirchner, con una imagen más solvente que nunca, ha sabido dejar atrás la idea de primera dama y de presidenta influida por su marido, para comenzar a brillar por sí misma. En su estilo ha sido clara: «Es un cambio radical, ha pasado de ser la ‘‘niña bonita'' a rebajar su estética tras la muerte de Néstor», explica el consultor político. Y añade: «Es bastante segura en sus afirmaciones y su lenguaje corporal resulta acorde con su discurso. Y ya ha superado a su marido en apoyo electoral». Con la maestría con la que sólo Eva Perón supo combinar la emotividad, el populismo y la eficacia como gestora, Cristina camina segura hacia la permanencia.

Coherente
- Aunque el color ya no tiene sitio en su armario, al menos de momento, Cristina Fernández Kirchner posee un amplio álbum de trajes coloridos con los que ha convencido a muchos estilistas. Para Fiona Ferrer la presidenta argentina, «es bastante elegante y coherente con su papel. Tiene una estética acorde con el rol que desempeña».
- En cuanto a su corrección protocolaria, Ferrer destaca que «aunque parezca que no, tiende a ser sobria, con cortes rectos, chaquetas marcadas y largos por debajo de la rodila, todo estudiado».