El «Jeque» Ángel Torres

Con el mismo entusiasmo rechazó la posibilidad de que el acuerdo incluya un futuro cambio de los símbolos y la denominación del club: «Ni el escudo ni el color azul se van a tocar. Otra cosa es el nombre del estadio, que ya se ha cambiado en Pamplona o Mallorca y no ha pasado nada». Los compradores, en cambio, dan por hechas estas nuevas realidades, y quizá Torres también tenga que admitirlas públicamente en breve. Las explicaciones del hasta ahora propietario aclararon algunos puntos del pacto, pero mantienen muchas contradicciones con la versión de sus socios del Golfo Pérsico.

Lo que es seguro es que Getafe Sport, la sociedad propietaria del 99,3 por ciento de las acciones del club azulón, ha sido transferida a Royal Emirates Group, un conglomerado de empresas relacionado directamente con la familia real de Dubái. «La venta está hecha, y desde ya, ellos son los dueños. Hace un año lo intentaron, ahora han vuelto a insistir y hemos llegado a un acuerdo por el que yo seguiré siendo el máximo responsable y presidente ejecutivo. Voy a tener libertad para seguir con mis funciones y ser tan personalista en las decisiones como hasta ahora. Me he comprometido por un mínimo de 3 años. Si me voy antes, hay una cláusula por la que no podría presidir o comprar un club de forma inmediata». Es decir, que según esta explicación los árabes ponen el dinero, pero el que manda sigue siendo él.

La idea de los dubaitíes, siempre según Torres, es invertir 90 millones de euros a lo largo de las próximas temporadas, con el objetivo de elevar el presupuesto anual de 45 a 65 millones. Se busca garantizar la presencia del equipo en competiciones europeas: «Yo soy un ganador, y no tengo el dinero necesario para hacer crecer este proyecto. Ellos sí lo tienen y creo que es bueno para el Getafe y que no nos va a salir rana». El presidente sólo evitó hablar de cifras cuando se referían a lo que abonarán los nuevos propietarios por sus acciones y las de sus compañeros de junta. «No existe un precio concreto, va todo unido», repetía, mientras un comunicado de Royal Emirates decía que eran 65 millones y que a partir del momento del pago el club pasaría a llamarse Getafe Team Dubái.

El alcalde de la localidad, Pedro Castro (PSOE), que no había sido informado del viaje a Dubái ni de la firma del acuerdo, se puso ayer al corriente de todo. Además de acompañar al presidente ante los medios, anunció que el Ayuntamiento apoya la transacción porque el contrato garantiza el mantenimiento de las señas de identidad del club. «Si en algún momento se incumple esto, romperé la baraja», decía en referencia a las instalaciones municipales en las que se entrena y disputa sus partidos el equipo. A él le interesa sobre todo «mantener el proyecto social que supone el Getafe en la localidad» y espera que la entrada de capital extranjero sirva para acelerar los trámites para la construcción de un nuevo estadio, el máximo sueño del presidente. «Si lo pagan ellos mejor», ironizó.