Bruselas

Varapalo de Europa al cine en catalán

La ley del cine catalán «discrimina» al dificultar la difusión de filmes europeos. Ésa es una de las conclusiones a las que ha llegado la Comisión Europea, que pide que se enmiende la situación

Varapalo de Europa al cine en catalán
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A Bruselas no le gusta cómo está potenciando la Generalitat el cine que se ve en Cataluña. La Comisión Europa acusó ayer de «discriminatoria» a la Ley del Cine Catalán, pidiendo su modificación en menos de dos meses por dificultar la distribución de filmes europeos. Bruselas cree que la legislación catalana es contraria a las normas de la UE sobre la libre circulación. Por todo ello, Bruselas le pide a España que «ponga fin a las normas discriminatorias que dificultan la distribución de películas no españolas». En caso de no hacer caso a Europa, se llega a plantear recurrir al Tribunal de Justicia de la UE.

Discriminar
Desde el viejo continente se afirma que el cine europeo está amenazado en Cataluña porque la legislación promovida por el gobierno de Artur Mas hace «más costosa y difícil la circulación de obras europeas no españolas en el Estado español», por lo que pide la modificación de algunos artículos. La comisión, que considera que «las políticas de los Estados que quieren promocionar la lengua son legales» matiza que las medidas adoptadas han de cumplir ciertas condiciones. Concreta que deben «ser proporcionadas en relación con el objetivo perseguido y no discriminar al resto de estados de la UE.

La ley catalana 20/2010 del cine tiene por objeto promover el cine y respaldar el desarrollo de la oferta de cine en catalán. Su artículo 18 obliga a los distribuidores a entregar una versión en catalán de todas las películas distribuidas en Cataluña (en versión doblada o subtitulada).
Europa sostiene que si bien el objetivo de interés general que persigue es totalmente legítimo, la obligación en sí misma es incompatible con el Derecho europeo, pues exime a las cintas españolas en castellano y resulta discriminatoria. Con respecto a los filmes europeos afectados, la ley supone un sobrecoste de entre 25.000 y 77.000 euros por el doblaje, o entre 2.000 y 5.730 euros por la subtitulación, lo que encarece el producto y dificulta el acceso de las películas europeas no españolas al mercado español.

Desde que a finales del pasado año, la consejería de Cultura que dirige Ferran Mascarell rubricara un acuerdo con las «majors» y el gremio de exhibidores de salas, se ha hecho todo lo posible para promover el cine doblado y/o subtitulado en catalán.

La tarifa es cara. Un ejemplo. La nueva producción de Mel Gibson, «How I Spent My Last Summer Vacation», se verá en Cataluña en catalán y en castellano. Su distribuidora en España, Filmax ya sabe que el doblaje le costará alrededor de 38.000 euros para las copias en castellano. Sin embargo, esta cifra debe subir hasta un 25 por ciento cuando se habla de la traducción al catalán porque hay que sumar también el trabajo que realizan los lingüistas.

Pero la factura no desagrada a la conselleria vistos los resultados. Tras la puesta en marcha de la ley, se han multiplicado por tres el número de espectadores en los primeros seis meses. Entre septiembre de 2011 y abril de 2012 se pasó de 61.376 a 283.065. Las cifras manejadas por la Generalitat sostienen que la recaudación en este tiempo se multiplicó por cinco respecto al mismo periodo del año anterior. Entre septiembre de 2011 y abril de 2012 la recaudación fue de 2.015.730 euros, frente los 329.468 euros entre el mes de septiembre de 2010 y abril de 2011. Se da el caso de que en algunas ciudades un estreno importante en catalán solamente llega en este idioma a Cataluña. Incluso, en el caso de películas infantiles, ha llegado la copia en 3D solamente para el catalán.

Camilo Tarrazón, presidente del Gremio de Empresarios de Cine de Cataluña, aseguró a LA RAZÓN que «lo que dice la UE no sorprende a nadie porque es algo que la Generalitat ya tenía asumido. Yo no lo considero como algo traumático y creo la presencia del cine en catalán no se verá afectada. Nosotros seguiremos aplicando lo que dice la ley».

Tarrazón admite que los números todavía no están acompañando a la puesta en marcha de la ley. «En términos globales no se puede decier que destaquen más las películas estrenadas en catalán que las que lo hacen en castellano. Esta ley no es una varita mágica. Estamos invirtiendo para que el catalán sea un buen negocio. Lo que era malo es que el catalán fuera una imposición como se pretendía antes», matiza el responsable del gremio.

Desde Madrid las cosas se ven diferentes y los servicios jurídicos de Cultura estudiarán la petición de la Comisión Europea. Fuentes de la secretaría de Estado de Cultura apuntaron ayer que una vez que los servicios jurídicos del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes hayan analizado el documento del Ejecutivo comunitario emitirán una valoración sobre el mismo.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Artur Mas salió al paso y aseguró ayer que la Generalitat adaptará la Ley del Cine a las directrices europeas pero «sin romper la filosofía de la ley».


El detalle
LA PARTICULAR LECTURA DE MASCARELL

El consejero de Cultura, Ferran Mascarell, (en la imagen) dio ayer su punto de vista, asegurando que es «paradójico» que la ley, «que en un origen fue discutida porque teóricamente favorecía al catalán, acabe con una resolución que no cuestiona el catalán y en cambio pone en duda que el castellano se vea favorecido por esta ley en Cataluña respecto de las otras lenguas europeas». Mascarell dijo que ahora se deberá estudiar la resolución de la CE con el resto de grupos del Parlament.