Miami
Para cuándo un presidente latino
Barack Obama hizo historia al ser el primer afroamericano en llegar a la Casa Blanca en 2008 y con su hito se abrió la veda para que todas las minorías estadounidenses soñaran con llegar al Despacho Oval. Las mujeres vieron como Hillary Clinton llegaba hasta el final de las primarias demócratas o como Sarah Palin formaba parte del «ticket» republicano en noviembre de hace cuatro años. Ahora, es el turno de los hispanos, que se preparan para dar «el golpe». Según los expertos más optimistas, el duelo llegará en 2016, aunque son más los que opinan que hasta 2020 no se producirá una contienda entre candidatos latinos. Impulsados por su aumento poblacional y porque en algunos estados ya son más de cinco generaciones de hispanos asentados, los políticos latinos han empezado a escalar posiciones en los últimos años. Tanto en el partido demócrata como en el republicano se cuenta con jóvenes figuras al alza que ya tienen un equipo de campaña que los hace parecer lo más presidenciables posible. Habrá que esperar a que se cumpla este martes, como presagió la revista «Time» en febrero de 2012, si realmente es el voto de los hispanos el que hace decidir quién es el presidente de Estados Unidos, para que se multiplique el número de potenciales presidentes latinos. De momento, ya destacan el republicano Marco Rubio, que no sólo fue el primer hispano en ser el portavoz de la Casa de Representantes de Florida en 2007, y desde 2010 es su senador en Washington, y el demócrata Julián Castro, quien logró ser el concejal más joven de San Antonio con tan sólo 26 años. Ambos se están dando a conocer poco a poco, quieren convencer en las filas de su partido, pero tampoco quemarse de cara al futuro electorado. El hecho de que Obama eligiera a Castro para dar el mismo discurso que le llevó al estrellato político en 2004, fue visto como la elección del propio sucesor del presidente, entre todos los políticos demócratas. Se sabe también, que Rubio tiene grandes planes de futuro. Por ello, no sólo rectifica a Romney en las cuestiones de inmigración o incluso referidas a política Exterior (como hizo en el caso de España), sino que no quiso acompañarlo como candidato a vicepresidente en estas elecciones. ¿Falta de «feeling» o ganas de seguir preparándose en Washington hacia un reto mayor? La respuesta, en 2020.
PERFIL / MARCO RUBIO / Senador de Florida
El político que no habla castellano en público
Marco Rubio (1971), «el niño de Oro» de Florida, fue la gran sorpresa en las elecciones al Senado de 2010 y su nombre estaba en todas las quinielas para ser el vicepresidente de Romney en 2012. Hijo de cubanos que trabajaban en un hotel del centro de Miami (el padre, de camarero y la madre, de limpiadora de habitaciones), Rubio suele predicar con el ejemplo, al insistir en que el trabajo duro abre todas las puertas. Su meteórico ascenso: primero, dentro del Partido Republicano, donde tenía a un gobernador con mucho peso dentro del partido como contrincante y después, con los electores de Florida. En ambas contiendas salió claramente vencedor. Su victoria la noche del 2 de noviembre fue todo un hito: venció por un 50% de los votos a los candidatos independiente (y ex republicano) Charlie Crist y demócrata. Casado con Jeanette, con la que tiene cuatro hijos, Rubio transmite esa imagen de líder conservador y familiar pero sabe alejarse del «establishment» imperante en la política estadounidense, recordando, por ejemplo, la beca por jugar al fútbol que le llevó al prestigioso Santa Fe Community College. Rubio habla perfecto castellano pero rehúye de él y critica que en Florida sean muchos los que no sepan defenderse en inglés.
PERFIL / JULIÁN CASTRO / Alcalde de San Antonio
El «Obama hispano» quiere aprender español
Julián Castro logró a los 26 años ser el concejal más joven de la ciudad de San Antonio, Texas, y con 34, convertirse en el quinto alcalde latino de su cuidad natal. Y sorprendentemente, en 2009 salió reelegido con el apoyo del 82% de los habitantes de San Antonio. Pero Castro dio sus primeros titulares en la Prensa estadounidense cuando el presidente Obama le eligió para dar el discurso más importante de la Convención Nacional Demócrata, el pasado 4 de septiembre. Castro es el primer hispano en dar el «keynote speech» en la historia del Partido Demócrata. El joven, de raíces mexicanas, superó las expectativas. Criado en un entorno humilde, pero entregado a los estudios, logró, al igual que su hermano gemelo Joaquín, entrar en Standford y después en la prestigiosa facultad de Derecho de Harvard. Castro supo vender que era obra «del sueño americano», haciendo hincapié en sus orígenes mexicanos y en cómo ha emergido hacia lo más alto. Casado con Erica Lira, maestra de Primaria, y padre de una niña, la energía del demócrata le ha llevado a formar parte del equipo de campaña para la reelección de Obama. En cuanto al español, Castro sabe unas cuantas palabras, aunque ahora va a clases para atraer también a la generación de sus progenitores.
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